“ Avuy sabém tots la importancia que á Catalunya tenen quantas industrias, arts y oficis s’enllassan ab lo llibre; es á dir, la reproducció de las ideas escritas y dels conceptes gráfichs: no cal esmentar que la producció del element fonamental, el paper, pot esser motiu d’orgull pera nosaltres y que á aixó hi corresponen tants establiments de tipografía, de litografía, de grabat, de fundició y de relligadura ó enquadernació, y que per fi ja se significa á la Escola artística catalana la influencia en la exornació dels travalls de la prempsa. Ab tals elements no estarà donchs fora de lloch posar de relleu la importancia que pera Barcelona, pera Catalunya tota, tenen las Arts del Llibre, tant en lo que contribuheixen directament al major grau de cultura social com en lo que representan dintre’l terreno económich, com productes industrials, aumentant la riquesa y’l benestar del qui travalla.
Aqueixa agregació d’esforsos del saber, de las arts y del travall, natural es qque s’enrobusteixi ab la unió organisada de tots, tant pera la defensa de llurs interessos com pera empenyer las manifestacions de cada hú per lo camí del avens y del progrés. Aixís se realisa al present per tot allí ahont las Arts del Llibre vihuen ab soca ben arrelada, essentne una comprobació més de la evolució en aquesta fi de sigle, ben al inrevés del prop-passat, de tendencia á agermanar dintre del particularisme los interessos de cadascú y de tots.
A lo exposat deu nostre Institut Catalá de las Arts del Llibre la seva naixensa y la seva vida, que avuy més que may de la cooperació y ajuda de tots necessita, donchs la feblesa es qualitat inevitable á tota novella existencia.
… Esperém que, si no per una forsa que encara no te, per lo que simbolisa y representa, no puguian abátrerla las tempestats, y que l’apuntalin y adressin la bona voluntat de tot hom; y síguian aquestas ratllas coral salutació á tots quants en las Arts del llibre travallan y á quants lo llibre respectan y estiman.
J.Lluis Pellicer, en l’editorial de Revista Gráfica 1900, p.2; editada per l’Institut Catalá de les Arts del Llibre.
Josep Lluís Pellicer i Fenyé
χφ χφ χφ χφ χφ χφ χφ
“ En la ‘Bibliofilia’ se unen el afán coleccionista propio del hombre civilizado y el deseo de ampliar el acervo de los conocimientos personales, y hay un momento en la historia de la humanidad, que es el de la invención y difusión de la imprenta en la segunda mitad del siglo XV, en el que se pensó que estos afanes y deseos podían llevarse a cabo con especial facilidad. Frente a la compartimentación de los conocimientos que se estudiaban en las universidades medievales, el sueño de los hombres del Renacimiento consistió en tratar de abarcar toda la sabiduría humana. En 1545, al publicar el suizo Konrad Gessner su Bibliotheca universalis, se cumplía el gran sueño de los intelectuales del Renacimiento: el recopilar en una sola fuente todos los conocimientos humanos. La actitud del científico Gessner frente a la ciencia es la misma que adoptarán los bibliófilos de la época; ya en España, algunos años antes, el gran bibliófilo del humanismo, Hernando Colón ( 1489-1539), había tratado así mismo de reunir toda la producción existente en una gran biblioteca, mostrando ya entonces que los caminos de la bibliografía y de la bibliofilia van paralelos y a escasa distancia, e incluso a veces abandonan el paralelismo para juntarse. Empeños que pronto se revelaron vanos, pues la extensión de la imprenta multiplicó de tal modo la producción intelectual que a los pocos años de su existencia se hizo inabarcable e incontrolable por una sola persona y en una sola obra. Así nacieron, casi simultáneamente, la bibliografía y la bibliofilia especializadas”.
“ La bibliofilia y sus especialidades”, article de Manuel Sánchez Mariana, a Bibliofilias ( Exposición con motivo del 38º Congreso Internacional y 21ª Feria Internacional de ILAB, Madrid, 2008), pp. 67.