“ L’objectiu global de l’associació era el foment de l’amor al llibre en les seves manifestacions més selectes i depurades. Un dels objectius específics d’aquest era l’edició de llibres que havien de tenir en compte per igual el contingut i la forma, i un altre la difusió del coneixement dels tresors bibliogràfics existents a Espanya, tant en col·leccions privades com públiques; organitzar exposicions d’obres impreses, gravats, relligadures, ex-libris i manuscrits; facilitar a les biblioteques públiques l’adquisició d’exemplars rars mitjançant l’aportació econòmica dels seus associats o subscripcions organitzades a tal efecte: i en definitiva, per tot tipus d’activitats adreçades a incrementar l’afecció als llibres. Si comparem aquests objectius amb els de la primera societat ens adonem que el marc d’interès i d’actuació s’havia eixamplat i havia superat la intenció de reeditar la literatura clàssica catalana ja recuperada. La bibliofília responia ja a unes noves necessitats i uns nous temps.
El nombre de membres s’estipulà que no passés de cent. L’Associació havia de publicar un butlletí periòdic dedicat a tots aquests aspectes i a les seves activitats. Per bé que es fundà oficialment l’any 1944, ja l’any 1943 organitzà una Exposició de Relligadures i de llibres il·lustrats espanyols de 1750 a 1850, presentada en un opuscle imprès en els taller Oliva de Vilanova, que tingué molt bona acollida. De seguida també, l’any 1945, es publicà el seu primer llibre estrictament de bibliòfil, una obra de Pedro Antonio de Alarcón, El Capitán Veneno, amb un estudi preliminar de Manuel de Montoliu. Estava il·lustrat amb des estampes i quatre capçaleres de Josep M. Mallol Suazo i 31 caplletres a dues tintes i 25 culsdellàntia obra de Teodoro Miciano. Des d’aquell moment l’associació ha anat editant un llibre aproximadament cada any.
Actualment, l’Associació continua fidel als seus objectius i bon testimoni n’és, evidenment, l’exposició presentada conjuntament al Museu Frederic Marès. En una època de tan accelerada innovació tecnològica constant aplicada al món de la informació impresa, que durant molts segles havia tingut com a únic vehicle de difusió el llibre, la bibliofília adquireix en l’actualitat tota una altra dimensió, totalment allunyada de les necessitats de l’època de Marià Aguiló i fins i tot del període esplendorós de Miquel y Planas, i fins i tot dels anys seixanta o setanta, més proper. Avui esdevé més que mai el testimoni de tota una cultura, un coneixement i una estima per l’objecte llibre, que cal que continuï pervivint, car té un lloc important en el proper mil·leni. No cal rebutjar la innovació, al contrari. Tanmateix, cal valorar la seva història, els seus antecedents. La bibliofília hi pot jugar un paper destacat en aquesta empresa”.
“L’Associació de Bibliòfils de Barcelona”escrit per Pilar Vélez en el llibre-catàleg Aureum Opus. Cinc segles de llibres il·lustrats, editat pel Museu Frederic Marès en la seva col·lecció Quaderns del Museu Frederic Marès. Exposicions. 5; Barcelona, 2000.
XQ XQ XQ XQ XQ XQ XQ
Yo creo que vivimos en el país donde actualmente se producen más ediciones en papel de hilo – opina un poco compungido, nuestro hombre, que ahora es el librero, como poco antes había sido el propio editor, el sagaz e inteligente distribuidor o el grabador ilustre—. Llegaremos a intoxicarnos y a desvirtuar la finalidad de esta clase de ediciones. En un mes, me parece que el de noviembre del pasado año llegué a contar la aparición de más de cincuenta y cinco títulos distintos, y los que no me fué posible controlar, porque algunos se distribuyen en privado y en ediciones limitadísimas.
Si, señores; estamos en plena fiebre del papel de hilo, como hace cuatro o cinco años padecimos la enfermedad adquisitiva del cuadro al óleo, del paisaje, dolencia que aun colea, afortunadamenle para los pintores. En ningún periodo brillante de la bibliografía francesa o inglesa llegó a editarse tanto en papel de hilo. Las grandes industrias productoras— el papel de bibliógrafo ha de ser elaborado a mano y requiere unos cuidados especiales — radicadas en las zonas papeleras de Gelida y Capellades no han cesado de trabajar para ofrecer la primera materia al ansioso mercado.
La afición, sin embargo, ya nos viene de antiguo. Uno de los primeros que restauró entre nosotros el gusto a las bellas ediciones, que tanto abundaron aqui en los siglos XVI y XVII, fué don Mariano Aguiló, el cual halló unos apasionados continuadores de su obra en los señores Pau Font de Rubinat, José Pin y Soler, y Miguel y Planas. Son éstos, en realidad, los sembradores de la fructífera cosecha que hoy llena las bibliotecas de los potentados del país.
Como impresor, “Oliva de Vilanova” ha sido quien, innegablemente, ha producido libros más perfectos y hermosos. Como editor, el que ha creado una serie más continuada de valiosos ejemplares en papel de hilo, es «Orbis». Hay que recordar, entre otras cosas. la edición de algunas de las obras más deliciosas del folklorista Joan Amades: «Les Auques» , «Els Ventalls» y «Els Soldats» , algunas en colaboración con José Colominas.
Joan Amades, que hace poco celebró la aparición de su «op.» 101, ha editado casi toda su producción en papel de hilo, agotada y buscadtsima, especialmente su colección: «Biblioteca de Tradicions Populars».
El editor que enfocó el libro de bibliógrafo de una manera regular en cuanto a su orientación y venta, fue Gustavo Gili, gran señor de los libros, al crear «La cometa», en la cual se publicó «El Alcalde de Zalamea», ilustrada por José de Togores y «El sombrero de tres picos», con grabados al aguafuerte de José Nogués. «La Semana Santa» de Gabriel Miró, vendióse, y de ello ya hace una porción de años, a 5.000 pesetas uno de sus ejemplares. Hoy, esta serie, continuada por el hijo de don Gustavo, reanuda su publicación con «Platero y yo», de Juan Ramón Jiménez , ilustrado con litografías de José Mompou.
«Editorial Lucero», «Argos» y «Aymá», y que nos sean perdonadas todas las omisiones, ya que esta breve información no pretende agotar el tema ni convertirse en un índice publicitario, se especializan en las ediciones de bibliófilo. De la primera, cabe destacar su «Antología lírica de Montserrat» , de la segunda. «Amor y Psiquis», de Apuleyo, con litografías de Pruna, artista que también ha ilustrado a Sebastián Gasch en sus obras sobre danza. «Aymá Editor», publica una colección de bibliófilo: “Guió d’Or”. Recientemente ha editado «Barcelona vista por Dionis Baixeras», con cincuenta dibujos de este autor y precedido de un estudio de A. Duran y Sanpere, obra que se agotó cuando aún estaba en los obradores de la encuademación . «Ediciones Mediterráneo » ha lanzado la serie numerada de «Retablo», de Catalina Albert, con ilustraciones de Colom.
En Barcelona funcionan entidades de bibliófilos que editan periódicamente un «papel de hilo», casi siempre un texto clásico o difícil de encontrar. El más noble exponente de este tipo de entidades, es la llamada de los «Cien» por ser éste el número de los que la integran, digna sucesora de aquella que llevó el nombre de «Los XII», que tan alto prestigio consiguió entre nosotros y que contaba, como a socio honorario, al ex rey de Portugal. A otra entidad de bibliógrafos se debe la edición de la «Crónica de Montcada» sobre la expedición de los catalanes a Oriente, ilustrada por Teodoro Miciano, la revelación de estos últimos años en el arte del grabado.
«Los Amigos del Libro», otra firma dedicada a las publicaciones bibliográficas, ha editado recientemente, entre otras obras, el «Diario de Cristóbal Colón», ilustrada por el excelente bojista Ollé Pinell, y el agudo y documentado libro de Néstor Lujan, «De toros y toreros», con diversas planchas lítográficas de Manolo, unas de las postreras obras del artista. Empresas sin precedentes editoriales, lanzan al mercado bellos libros en papel de hilo como éste de Julián Amich,”Naves de antaño” , comentado por José Pla en nuestro semanario.
E1 artista, tanto como el escritor, anima la joya del libro bibliográfico. Hemos visto trabajar paciente e infatigable para conseguir la máxima belleza técnica al editor y grabador de muchas de sus ediciones, Ramón de Capmany. A él se deben las planchas de una de las obras que obtuvieron mejor acogida en el mundo bibliográfico hispánico : las «Poesías de San Juan de la Cruz». Los aguafuertes para su «Alegría que pasa», son las obras más sutiles y evocadoras que ha producido en este aspecto.
También se da un tipo singular de libro. El ejemplar único, a mano, sin otra intervención que la del propio artista que lo concibió. Hace tres años fué vendido a un comerciante de Igualada un libro de esta clase por 35.000 pesetas. Gimeno Navarro, como hizo William Blake en Inglaterra en el siglo XVIII, ilustra él mismo sus libros, con la gracia nostálgica que ha hecho popular su pintura . Olga Sacharoff, A. Opisso, Gelabert, E. Mora, M. Ribas, Obiols, Commeleran, Mallol Suazo, Ricart Palet, A. Coll, el artista que animó «Qué diuen els ocells», de Mosén Cinto, ilustran estas hermosas ediciones de bibliógrafo.
El libro raro, bello, lujoso, va destinado al comprador de disponibilidades económicas. Eso no quiere decir que lodos los bibliófilos sean gente rica. El amor al libro, al bello libro, no es patrimonio de una clase favorecida, con o sin razón, por fortuna. A esos bibliófilos modestos no les queda otro recurso, al igual que los chicos frente a una confitería, que aplastar su nariz contra el escaparate del librero y suspirar por aquello que no poseerán jamás.
“La fiebre del papel de hilo”, Destino,n. 559, 24 abril 1948.
“El 27 de març de 1903 es presentaren els estatuts de la Societat Catalana de Bibliòfils al Govern Civil per tal de complir la Llei d’Associació. Uns quants dies després, el 20 d’abril, en la sessió corresponent de la Societat es procedí al repartiment del número que cada soci havia de tenir. Aquesta operació es va fer per sorteig i donà el resultat següent tal com consta en l’edició dels estatuts impresos als tallers de L’Avenç, el dia 25 de maig del 1903: 1. D. Isidre Bonsoms; 2. D. Alexandre Cortada: 3. D. Ramon Miquel; 4. D. Alexandre de Riquer; 5. D. Lluís Guarro; 6. D. Jaume Massó Torrents; 7. D. Pau Font de Rubinat; 8. D. Antonio Rubió i Lluch; 9. D. Agustí Casas; 10. D. Emili Cabot; 11. D. Joaquim Casas Carbó; 12. D. Joan Rossell; 13. D. Eusebi Güell i Bacigalupi; 14. D. Joseph Triadó; 15. D. Jaume Andreu; 16. D. Santiago Rusiñol; 17. D. Francesch Matheu; 18. D. Ignasi de Janer; 19. D. Josep M. Thomas; 20. D. Joseph Sala; 21. D. Alfons Bonay; 22. D. Joseph Pin i Soler; 23. D. Frederic de Gomis; 24. D. Lambert Mata; 25. D. Juli Vintró; 26. D. Ernest Moliné i Brasés; 27. D. Rafel Patxot i Jubert; 28. D. Lluís Carles Viada i Lluch; 29. D. Àngel Aguiló; 30. D. Enric Batlló i Batlló; 31. D. Salvador Vilaregut i Martí; 32. D. Manuel Henrich i Girona. Hi havia, doncs, un total de 32 membres. El primer president fou el gran bibliòfil i promotor de l’exlibrisme, Pau Font de Rubinat, de Reus, i el secretari, Ernest Moliné i Brasés, advocat, historiador i editor de textos catalans antics.
L’article primer deia: “La Societat Catalana de Bibliòfils se proposa publicar o reproduir obres catalanes inèdites o rares que tingan interés a Catalunya y als demés reyalmes y territoris de llengua catalana”. En realitat, aquest objectiu era el mateix que uns quants decennis enrere s’havia proposat Marià Aguiló i Fuster ( 1825-1897), un dels prohoms de la Renaixença. Aguiló, amb l’edició de la seva Biblioteca Catalanaen dotze volums i l’edició del Cançoner de les obretes en nostre llengua materna més divulgades durant los segles XIV, XV o XVI ( 1873-1900), fou un dels capdavanters del naixement de la bibliofília moderna a Catalunya, un moviment lligat íntimament a la reedició dels clàssics autòctons i al desig dels mateixos col·leccionistes d’esdevenir editors de llurs pròpies biblioteques. Fruit de l’esperit de la Renaixença i producte d’una època d’incipient industrialització, aquest tipus de llibre era conseqüència, d’una banda, de la revalorització del passat medieval i, d’una altra, de la realització força artesanal, que rebutjava la nova mecanització.
L’entitat pel fet de ser catalana podia organitzar les seves sessions arreu de Catalunya: “Cada any, en la darrera sessió, se designarà’l punt de Catalunya o altres territoris de llengua catalana ahont se celebraran les sessions de l’any següent. Si res s’acorda, se tindràn a Barcelona”. La Societat havia de publicar, si més no, una obra cada any. Entre el 1905 i el 1912 – darrer any de la seva existència – publicà vuit llibres, dins de la tendència mediavalitzant tan preuada aleshores.
Amb tal finalitat, la Societat encarregà a Eudald Canibell (1858-1928) un tipus de lletra per poder editar amb cura i gran qualitat tipogràfica els seus llibres. Canibell, tot seguint el camí iniciat per Marià Aguiló, l’any1891 ja havia projectat un tipus Tortisi una sèrie d’inicials que assoliren un èxit notable. Però el 1904 dissenyà el denominat Gòtic Incunable Canibell, per encàrrec de la Societat Catalana de Bibliòfils.
Canibell va fondre conjuntament amb el gravador Sangenís tres cossos complets de caràcters – del 8, del 12 i del 24 -, que podien combinar-se amb l’anterior Gòtic Tortis, i que eren fruit de l’estudi de diversos caràcters gòtic. A més, Canibell creà també tres sèrie d’inicials gòtiques – monacals, ornamentades i policromes -. Aquestes creacions restaren aplegades en un bell opuscle d’estètica goticista que duia per títol Tipos góticos incunables para impresiones artísticas y ediciones de bibliófilo i que fou editat el mateix 1904 a les premses del taller Oliva de Vilanova, l’artífe principal de les arts plàstiques del començ del segle.
Com ja he remarcat en altres ocasions, la veritable importància d’aquest tipus rau que és l’única creació tipogràfica veritablement autòctona que es dissenya i que es fon al començament de segle a Catalunya, car gairebé la totalitat de material tipogràfic emprat normalment era d’importació, en general de procedència alemanya o francesa. Si bé l’ús d’aquest caràcter en el camp pròpiament del llibre fou molt reduït, en canvi, fou molt difós a través de petits impressors – participacions de casament, de bateig, diplomes, estampes de primera comunió, recordatoris de difunts, etc -, un tipus de treball en què fou utilitzat fins ben entrat el segle XX. De fet, amb aquest tipus la Societat Catalana de Bibliòfils edità només tres de les seves obres – Libre de Santa María (1905), Istoria de Jacob Xalabin (1906) i Cançoner dels Comtes d’Urgell ( 1906).
Malauradament, però, la vida d’aquesta societat finí massa aviat, tot i que el seu esperit perviví en alguns editors, estudiosos i bibliòfils que continuaren editant alguns clàssics amb tota cura. El cas més rellevant i gran nom, com veurem al llarg d’aquest text, de la bibliofília catalana del segle XX fou Ramon Miquel y Planas ( 1874-1950).
“La Societat Catalana de Bibliòfils”, escrit per Pilar Vélez en el llibre-catàleg Aureum Opus. Cinc segles de llibres il·lustrats, editat pel Museu Frederic Marès en la seva col·lecció Quaderns del Museu Frederic Marès. Exposicions. 5; Barcelona, 2000.
XQ XQ XQ XQ XQ XQ XQ
“ El libro antiguo, además de un objeto de estudio y elemento constitutivo del fondo de las bibliotecas, es también un objeto que se puede comprar y vender, una mercancía, por lo que lógicamente está sujeto a la ley de la oferta y la demanda. Pero el libro antiguo no es un articulo con precio fijo. En este objeto inciden diversas características muy destacables para la perspectiva que se presenta: es escaso, es bello, es difícil encontrarlo en perfecto estado, y, por consiguiente, suele ser también caro. Por esta causa, este mercado tiene algunas peculiaridades que lo aproximan más al mercado de la obra de arte o al de las antigüedades que al comercio del libro moderno, por ejemplo. Esta circunstancia justifica el hecho de que el mercado del libro antiguo difícilmente entra en relación con el mercado del libro nuevo, aunque siempre se pueden encontrar unas notables excepciones a esta regla. Los bibliófilos y las instituciones ( sus bibliotecas, en concreto) son quienes establecen la demanda de este mercado del libro antiguo y se preocupan de su adquisición, aunque, como se verá más adelante, los unos y las otras corresponden a características y perfiles completamente distintos. La bibliofilia como arte pretende la reunión de conjuntos armónicos de ejemplares relacionados por poseer una o más características comunes bien sea desde la perspectiva del contenido del libro, bien sea desde la perspectiva formal o, incluso, material. El fin es, por tanto, la propiedad del ejemplar que mejora sus propias cualidades al formar parte del conjunto. Las instituciones como compradoras de libros presentan perfiles y fines similares, aunque no siempre.
El libro como objeto de comercio tiene un precio y un valor en cuya estimación intervienen un número muy importante de variables. Algunas tiene que ver con la obra, otras con el ejemplar y otras son completamente ajenas al propio objeto. Las circunstancias que intervienen en el valor del libro generalmente inciden en su precio, pero es preciso hacer constatar que valor y precio no siempre son magnitudes equiparables. Establecer el equilibrio entre ambos parámetros es propio de profesionales muy especializados. No se debe olvidar que en el valor de un libro intervienen una serie de factores muy próximos a la subjetividad, mientras que en el precio se deben tener en cuenta esencialmente los factores objetivos.
La oferta profesional, más fiable, proviene esencialmente de las librerías anticuarias y casas de subastas. Este tipo de establecimientos, altamente profesionalizados, son los intermediarios entre el particular que se desprende de un libro antiguo y el particular o institución que lo adquiere. En este tránsito del libro, estos establecimientos intermediarios ofrecen, además de las garantías derivadas del análisis profesional del objeto que pone el mercado, el valor añadido de sus productos ( localización y focalización de la demanda, determinación de la importancia del ejemplar, limpieza, encuadernación y pequeña restauración si se precisa, descripción pormenorizada del mismo…). Se trata de negocios que están sujetos a las mismas exigencias que el resto de los negocios que se dedican a la intermediación. Estos profesionales se reúnen en asociaciones nacionales e internacionales que han establecido los principios morales sobre los que se guían, esto es, unos códigos deontológicos de la profesión. Entre los focos de distribución de libro antiguo son de capital importancia las ferias, ya que se concentran la oferta de la mercancía y producen, por esta causa, la atracción de aquellos que desean adquirir un libro antiguo.
“El mercado del libro antiguo”, Manuel José Pedraza Gracia en el llibre El Libro Antiguo, Editorial Síntesis, Madrid, 2003, p. 363. Col·lecció Bibliteconomía y Documentación. Llibre escrit per M.J. Pedraza Gracia, Yolanda Clemente i Fermín de los Reyes.
La estampa barcelonina dels Cormellas ( 1592-1700)
Barcelona, que à mitjans del segle XVI sols tenia dues oficines d’estampar llibres (1), la de Joan Rosembach y la de Jaume Cortey, respectivament establertes en 1530 y 1554, comptava al començament del segle XVII les cinch següents: una en lo carrer de Sant Domingo, altra en lo de la Frenería davant del Palau del Rey, altra en lo carrer d’ Arlet cantonada à la Llibreteria, altra en lo de Petritxol davant de la Rectoria del Pi, y altra, de la que anàm à parlar, en lo Call, propietat d’ En Sebastià de Cormellas.
La adquirí aquest en 1591 de la viuda d’Hubert Gotard, que l’havia administrada per espay de un any ençà de la mort del seu marit; y si be fora assegurar massa lo dir que havia empleades en sos aparells vinticinch mil lliures (66.25o pessetes), com en la que posteriorment establiren los germans Vilella en lo carrer de Flassaders (via Lo dicariorum ) pera llibres de chor, missals, breviaris y tota sort de llibres, sabém per un antich document, obrant en poder nostre, que era de les més copioses, axi de fundicions de lletres de uns y altres caràcters, “com de prempses y demés recaptes é instruments pera treballaren ella molts oficials.»
Fou la primera obra que estampà En Cormellas Lo Llibre del Consolat dels fels marítims, ar a novament corregit y emendat ab algunes declaracions de paraules als margens. y de nou afegits al fi alguns capítols, y crides, y un privilegis , etc. (Estampat en Barcelona, any MDLXXXXII): digna inauguració pera una estampa que per espay de més de un segle atapahi de llibres llatins, catalans y castellans, tan esquisidament escullits com estampats, sobre tot en ses primeries, puix en ses darreries l ‘aventatjaren los Figueró, los prestatges de les moltíssimes llibreteries barcelonines. Cal mencionar de entre les obres llatines: Constitutiones synodales gerundenses (1593), Ordinarium Vicense (1596), Epistolae familiares Marcí Tullii Ciceronis (1620) , Ordinarium seu Rituale Ecclesiae Barchinonensis (1620 ) y Apparatus súper Constitutionibus curiarum generalium Cathalonia , d’ En Mieres (1621); de entre les catalanes: Algun s tractats en català sobre les festes colents en lo Bisbat de Barcelona , y tatxes del salari dels Notaris, que acompanyan à la obra Stylus capibreviandi (1594); lo Sermó vulgarment anomenat del Sereníssim Senyor Don Jaume II (1602); La historia del cavaller Pierres de Provença, y de la gentil Magalona, traduhida per Honorat Comalda (165o); les Ordinacions fetes y ordenades per los moll illuslres senyors Concellers y savi Concell de Cent…sobre la administració dels fornents (1678), y varis discursos y al·legacions jurídiques; y de entre les edicions en castellà les que feu de les obres de Fra Lluís de Granada (1604), que començà Hubert Gotard en 1589; Alonso de Ledesma (16o5), Lluís Blosi (1614), Alonso de Castillo Solorzano (1631-33); la continuació de la Historia pontifical y catholica, del Dr. Gonzalo de Illescas (1592- 95); la Chronica de los Santos de Sardeña, de Fra Dimas Serpi (1600); la Centúria, ó Historia de los famosos hechos del gran Conde de Barcelona Don Bernardo Barcino, de Fra Esteva Barellas (1600), y la Historia de los antignos Condes de Barcelona, de Fra Francesch Diago (1603).
En Sebastià de Cormellas no era estamper, com no ho foren sos fills Francisco y lo Doctor Joseph , ni “Is demunt dits Vilella, botiguers de teles; ni N ‘Antoni Lacavalleria, llibreter; ni En Joseph Forcada, notari real col·legiat; ni En Rafel Figueró, que estava insaculat com à perayre en les Bosses de la Casa del General. En lo any 1638 pretengueren los magnífichs Cònsol s y Consell de vint del Magistrat de la Llotja de la Mar, que En Sebastià de Cormellas, mercader, devia abstenirse de exercir la art de estamper com à art mecànica y servil; peró donant dit Cormellas son memorial firmat de nou advocats dels més clàssichs de aquella era, y entre altres lo doctissim Fontanella en que mostrà la noblesa de dita art, cessaren dits Cònsols y Consell de tal pretensió y prosseguí En Cormellas son exercici. Tal volta à axó es degut que en unes Cobles del gloriós Sant Segimon y en El Político del Cielo, de Fra Diego Niseno, estampats unes y altre en lo demunt dit any, y que en la reestampació (molt dolenta per cert) que feu del Llibre del Consolat en 1645, essent Defenedor de la Llotja de Mar, se llegesca, contra la costum: «En la estampa administrada per Sebastià de Cormellas, mercader. »
Mori En Sebastià de Cormellas en 1654. Estamper de la ciutat, renuncià à dita gràcia en mà y poder dels Escellentissims Consellers. No ‘n fou son fill Francisco; mes à la mort de Catarina Mathevat, viuda, que l’ havia succehit en dita gràcia en 1625, passà à esserne la viuda Teresa Cormellas, mare del Dr. Joseph, y à sa mon aquest, y per renuncia de aquest En Joan Pau Marti, estamper y llibreter, qui ne fou inhabilitat per lo Consell de trentasís à instàncies dels estampers-llibreters Figueró, Gelabert, Jolis, Guasch y Llopis, à pesar de que dit Martí tenia en sa casa de la plaça de Sant Jaume, entre los carrers del Paradís y de la Diputació (avuy del Bisbe), la metexa estampa dels Cormellas, que havia adquirida, y ‘l meteix nombre de oficials (onze), «y estos de major nota y perícia dels que s troban en la present ciutat.»
La estampa dels Cormellas fou regentada ó administrada: de 1668 à 1670, per Jacinto Andreu, que s’ establí en 1671 en lo carrer de Sant Domingo; de 1675 à 1680, per Vicens Surià, que s’ establí en lo carrer de la Palla en 1681; de aquest any à 1683, per Jaume Cays, que passà à regentar la estampa dels Mathevats, davant de la Rectoria del Pi, pera retornar à ca ‘n Cormellas en 1686 fins à 1691; en 1684 y i685 per En Joseph Soler, y de 1696 à 1700 per Thomàs Loriente.
En 1710, es à dir, després de deu anys en que ‘l nom Cormellas havia desaparegut de les prempses barcelonines, torna à aparéxer en un llibre: Explicación y construcciòn de las Reglas de género s y pretéritos. Conforme se ensenan en los Estudiós de la Compañía de Jesús... Por el Maestro Thomàs Garcia de Olarle . Mes creyém que’s tracta de una edició apócrifa, per quant lo peu de estampa diu: «Año 1710. Con privilegio. En Barcelona: Por la Viuda de Sebasliàn Cormelias, vive al molino de la Robella», y aquest Molí lo conexém à Valencia, hon estampá en 1602 En Joan Chrisóstom GarrizLa Arcadia , de Lope de Vega (junto al Molino de la Rovella), ademés de que de la Viuda d’ En Sebastià de Cormellas feya ja anys que no se ‘n cantava ni gall ni gallina.
Mes de la estampa dels Cormellas nos resta encara un recort: la casa avuy senyalada ab lo número 14 en lo carrer del Call, en qual faixada esgrafiada s’ hi veuen; ademés de molts altres atributs, los tres dibuxos que reproduhim en aquestes pàgines.
Lo segell distintiu dels Cormellas fou sempre, desde que començaren à estampar, un cor, ja sencer y rodejat en forma de triangle de les inicials S. D. C , ja més ó menys nafrat, rodejat de la llegenda Cormellas. Lo segell que li atribueix En Salvà: In Jovis usque sinum no fou tal segell, sinó un floró usat indistintament per molts estampers barcelonins.
(1) Tingas en compte que al fer aquesta afirmació no’ns referim pas als estampers ambulants, ni menys als metexos Rosembach y Cortey quan ho eran, puix no ignoràm que vingueren respectivament à Barcelona en 1492 y 1531.
Enquadernacions pintades- Memòria de l’estudi sobre les enquadernacions pintades per Louis Jou, conservades a la Fundació Jou, realitzat l’any 2012.
Arquitectes de llibres.
Finalment, em referiré a la feina feta pels “faedors” especials promotors de llibres de bibliofília. Només uns pocs han assumit l’única responsabilitat de projectar, dirigir i produir els seus llibres. Per això, alguns autors els han donat el títol d’“arquitectes de llibres”.
Si acomodem el concepte d’arquitecte a la feina feta per aquests peculiars creadors del llibre, podríem definir-los com: “aquelles persones que practiquen o professen l’art de fer llibres, i que dirigeixen la seva elaboració a través de plànols concebuts prèviament per ells. ” És sabut que algunes activitats han utilitzat el terme arquitecte per elevar, de manera perceptiva, la qualitat de les seves aportacions. Ja l’any 1893, William Morris es referia a la “ordenació arquitectònica del llibre” i Charles P. Kindlerberger va ser distingit com a “arquitecte” del Pla Marshall, o Alfred Bosch, guanyador del Premi de les Lletres Catalanes de 2004, va afirmar que l’esforç literari del llibre guanyador aquell any rau en la seva “arquitectura”.
Tenim André Suarès, que, l’any 1925, va distingir el català resident a França, Lluis Jou, com a “arquitecte del llibre”; la revista Selecciones Editoriales, considerava als anys 50 un altre català, Jaume Pla, com a arquitecte del llibre i, l’any 2001, Francesc Puig Rovira va concebre Miquel Plana, a la publicació Bibliofilia a Catalunya, d'”autèntic arquitecte del llibre”.
Cal destacar la rellevant tasca dels catalans Lluis Jou, Jaume Pla i Miquel Plana en la confecció de llibres bibliòfils. Eren fidels seguidors dels principis de Charles Edouard Jeanneret (Le Corbusier), que admirava l’ordre que provenia de les idees utilitàries: “on hi ha ordre hi ha harmonia”; també des del pensament de l’arquitecte Pere Benavent que es referia a la necessitat del contacte material de l’arquitecte amb l’obra, “hi ha edificis que revelen clarament la presència o absència de l’arquitecte” i també tenia present el professor de la Universitat de Glasgow Mike Hansell qui , en una entrevista a Barcelona fa un temps, volia dir que entre els humans es podien trobar arquitectes i constructors. El primer, va dir, va crear bellesa, va innovar.
L’ordre, l’harmonia, el plaer per la feina ben feta, l’atenció personal continuada, la innovació, la creació de bellesa són, entre altres coses, el que trobem a la majoria de llibres d’aquests promotors de llibres “faedors”. A continuació es mostren algunes d’aquestes publicacions.
Lluís Jou
–Anatole France. Les opinions del Sr. Jérôme Coignard. París: Les cent Bibliophiles, 1914. Xilografia de Jou. Primer missatge de Jou.
–Pierre de Ronsard. Sonets per a Hélène. París: Les Livres de Louis Jou, 1927. Xilografía de Jou. Enquadernació.
–Oscar Wilde. Salomé. París: Les Mèdecins Bibliophiles, 1932. Xilografías de Jou. Enquadernació.
–Anatole France. Illa dels pingüins. París: Lapina, 1926. Puntes seques i xilografia de Jou.
–André Suarès. Músics. París: Les Livres de Louis Jou, 1931. Xilografías de Jou.
Jaume Pla
–Rafael Benet. Arcàdia sense mite. Barcelona: S. Salvadó i Cots, 1934 (però, 1944). Aguaforts de Jaume Pla. Segurament el primer llibre de Jaume Pla.
–Joaquim Ruyra. Les Coses Benignes. Barcelona: S. Salvadó i Cots, 1935 (però, 1945). Aguaforts de Jaume Pla. Enquadernació.
–Ramon Llull. El llibre de les bèsties. Barcelona: S.A.D.A.G., 1947. Aguaforts de Josep Granyer. Portada. ROSA VERA.
Ramon Llull. El llibre de les bèsties. Barcelona: S.A.D.A.G., 1947. Aguaforts de Josep Granyer
–Jaume Pla. No. Poema de Joan Teixidor. Títol. ROSA VERITAT. Punta seca i burí.
-Autors diversos. Dotze temes de circ. Barcelona: S.A.D.A.G., 1959.1984 Gravats de diferents artistes i diferents tècniques. Títol. ROSA VERA.
–Francesc X. Puig Rovira. 12 gravats i un autoretrat de Jaume Pla. Barcelona: Gràfiques Laietana, 1982. Gravats de Jaume Pla de diferents tècniques. Portada- ROSA VERA.
Miquel Plana
-Isidor Mari. Eivissa. Olot: Miquel Plana, 1976. Linòleum de Miquel Plana.
–Joan Perucho. Un silenci oblidat. Olot: Miquel Plana. 1993. Els gravats en sucre de Miquel Plana.
–José Hierro. Fe de la vida, vint-i-dos poemes de José Hierro. Olot: Impremta Aubert, 2003.
-Autors diversos. Mostres. Olot: Miquel Plana, 2002. 33 mostres tipogràfiques.
Tot i que hem observat que, en general, es van produir dos tipus de llibres durant els primers temps de la bibliofília catalana contemporània. d’una banda el consuderat erudit i, de l’altra, el que va presentar aportacions més globals -va haver-hi posteriorment, sobretot després de la nostra guerra civil, una disminució de la presència d’obres de la primera tendència i es van anar imposant a les de la segona. Més tard, arran dels canvis tecnològics experimentats en els tallers d’arts gràfiques, es van començar a editar llibres pertanyents al que s’ha arribat a denominar; noves tecnologies.
Desapareixerà la bibliofília a causa de les noves tecnologies? En ocasions anteriors una crisi ha produït un renaixement. Cultura oral, cultura escrita, cultura cibernètica. El nostre soci. Miguel Herrero de Miñón, va afirmar en una conferència celebrada a la nostra seu fa un temps, que la permanència del llibre de bibliòfil per a ell estava assegurada perquè és el “… principal testimoni de la història humana i l’instrument privilegiat del diàleg intergeneracional i la intercultural”. Crec que l’important d’un llibre de bibliofília no és la tècnica amb què es produeix, l’essencial és aconseguir obres de qualitat global. Si en l’edició del llibre, a més d’exigir la plenitud del text, s’adopten els procediments més qualificats per preservar-ne les característiques de qualitat, podem seguir parlant de llibres de bibliofília, de bibliòfils i, per tant, de bibliofília.
Extret de la conferència: “Bibliofília catalana contemporània”, que Jordi Estruga va donar al Monestir de Sant Pere de le Puel·les el 7 de març de 2015.
Altres creadors o “faedors” de llibres de bibliofília.
Paral·lelament als llibres de bibliofília sorgits sota la influència dels moviments culturals i les associacions de bibliòfils esmentats, cal tenir en compte una sèrie de destacats “faedors” que promouen els llibres de bibliofília. Em plau presentar a continuació una petita selecció de llibres en què es troben les dues tendències bibliòfiles esmentades de Catalunya d’aquells moments:
–Mariano Aguiló (1825-1897). Romancer popular de la terra catalana.Barcelona: estampa d’Espasa y Cia, 1893. Elecció i ordenació de Mariano Aguiló.
–Angel Aguiló (fill de Mariano Aguiló, 1874-?) Publicat l’any 1904, Paris e Viana, dins la col·lecció anomenada: “Bibliotheca d’apretes singulars del bon temps & nostra lengua materna estampades en letra lemosina“.
-Joan Oliva (1858-1911). Història de Catalunya. Vilanova i Geltrú: Joan Oliva, 1901.
–Ramon de Capmany (1899-1992). Ramon Llull. Pujada i caiguda de l’intel·lecte. Sabadell: Joan Sallent Sucr., 1953.
–Tomàs Garcés. La nit de Sant Joan. Barcelona: Horta d’impressions i edicions, 1952. Puntes seques de Josep Obiols, Joan Rebull i Joaquim Sunyer. Joaquim Horta (1878-1956).
– Estampats taurinas. Barcelona: Instituto Gráfico Oliva de Vilanova S.A., 1963. Aguaforts de Mª Josefa de Colom, impresos per Jaume Pla. Editat per Luis de Caralt Borrell (1916-?).
–Idilis i epigrames de Teòcrit. Barcelona: Montaner y Simón, 1943. Aguaforts i xilografies d’Edouard Chimot. Segon treball de la col·lecció HORA.
Cal fer una menció especial a Ramon Miquel y Planas (1874-1950), que va voler recuperar de l’oblit aquells manuscrits i obres impreses d’autors que havien estat “un orgull per a la nostra terra”. Va donar a llum una sèrie de gravats de tipografia acurada, paper de fil, ben ornamentats i alguns il·lustrats:
–Longus. Daphnis i Chloe. Barcelona: F. Giró, 1906. Il·lustracions de Josep Triadó. Ramon Miquel y Planas.
–Recull de textos antics catalans. Barcelona. Tipografia “La Acadèmica” i impremta “L ‘Avenç“, 1906-1912. 18 números.
-Diversos autors. Contes de bibliófil. Barcelona: Tallers de les Cases Associades, 1924. Il·lustracions i ornaments de diversos artistes. Ramon Miquel y Planas.
–R. Miquel i Planas. Las confidencias de Juan Buenhombre seguidas de sus pensamientos. Barcelona: Imprenta Casa Miquel-Rius, 1924. Xilografia d’Antonio Ollé Pinell. Edició en castellà per a la Librería de los Bibliófiloes Españoles de Madrid. Ramon Miquel y Planas.
També m’agradaria esmentar en aquest apartat algunes empreses que han destacat en la producció de llibres i col·leccions d’alt perfil bibliòfil:
–Calderón de la Barca.La Vida es Sueño. Barcelona: Talleres de Guinart y Pujolar, 1933. Gustavo Gili, editor, col·lecció La Cometa amb xilografia de Ricart.
–Cancionero del amor antiguo. Barcelona: Grafos, SA, 1942. Il·lustracions d’A. Vila Arrufat. Editorial Gustavo Gili SA. Col·lecció Armiño.
–Manuel de Montoliu. Don Jaime I El Conqueridor. Sabadell: Tallers de Juan SallentSuc., 1947. Il·lustracions de Julian Nadal. Editorial Orbis.
–Joan Abelló Prat. L’hora del te. Barcelona: Salvador Salvadó Cots, 1961. Aguaforts i xilografia de Joan Abelló. Els aiguaforts impresos al taller de Joan Barbará. Il·lustracions de Maurici de Vassal.
–Josep Janés i Olivé. Combat del somni. Barcelona: Horta I.E., 1952. Aiguaforts de Joan Palet.
–Ferran Soldevila. Don Juan. Sabadell: Joan Sallent Suc., 1960. Puntes seques de Grau Sala, impresa per Francesc Melic.
–Àngel Guimerà. Terra baixa. Barcelona: Tallers Gràfics Altés, 1930.
Com a curiositat esmentaré que el fundador de l’Editorial Mons Floris, l’artista Joan d’Ivori, va venir a fer dos llibres de bibliofília d’un sol exemplar; 25 poemes orientals(1946) i Un torneig al born (1946).
A més de comptar amb un nombre considerable de “faedors” promotors del llibre de bibliofília de Catalunya, Catalunya també ha comptat amb un cartell excepcional d’artistes de renom internacional: Miró, Subirachs, Tàpies, Guinovart, Rafols Casamada, Clavé, Grau Sala. Aquesta circumstància va facilitar que la il·lustració de les obres de bibliofília catalana pogués comptar amb aportacions artístiques de reconegut nivell.
Extret de la conferència: “Bibliofília catalana contemporània”, que Jordi Estruga va donar al Monestir de Sant Pere de le Puel·les el 7 de març de 2015.
( cont.)
XQ XQ XQ XQ XQ XQ XQ
El librero lo sabe todo.
El cálculo de estructuras, el derecho mercantil, los balances, los mercados de futuros, el Adobe Photoshop, la psicolingüística, la quiropráctica, el chi kunh, la hermenéutica, la museología, la ciencia política, la lógica formal, la conflictología, la dieta antioxidante, la astrofísica, el número de oro, la biología molecular, la cocina al vacío… y así podríamos continuar hasta el infierno.
Efectivamente, algunos de estos temas o apartados pueden encontrarse en una librería, pero recuerde que el profesional del sector sólo los gestiona, porque si, además, tuviese que poseer conocimiento integral de cada uno de ellos, debería cobrar un sueldo astronómico com asesor ( vale, es una idea). A menudo el librero se ve abocado a asesorar sobre fondos de los que apenas goza de un conocimiennto básico. Recuerden que normalmente él les podrá informar de los títulos clásicos en cada materia y conocer sus pormenores no entra en sus obligaciones.
Si el cliente solicitante se muestra comprensivo, el librero intentarà satisfacerlo con lo máximo que su nivel de solvencia sea capaz de cubrir o apelará a instancias más cualificadas; el problema surge cuando el cliente no entiende que el vendedor no sea un experto en la materia. Evidentemente se le permite ser un absoluto desconocedor de todas las demás ramas del saber, pero nunca en la que interesa al cliente. Si el vendedor no puede dar satisfacción a su demanda, el cliente puede acabar solventando su frustración despotricando sobre el establecimiento y sus profesionales. Y esto nos lleva a…
En las librerías hay de todo
Otra de las circunstancias más recurrentes en el establecimiento. Gente de toda clase y condición acude a buscar el libro perdido, aquel libro que dejó a un amigo y no recuperó ( con lo que perdió libro y amigo), o aquel libro que un amigo le dejó y que él extravió. A lo mejor lo del libro no le preocupa tanto, pero sí la pérdida del amigo, lo que nos da la medida del poderío simbólico de tan aparentemente inocuo extravío. Aquel libro que leyó hace años y que le gustaría volver a recuperar, aquel que desapareció en la mudanza…
Por desgracia no siempre podemos atender todas las peticiones de los clientes como desearíamos. En la actualidad con la evolución sufrida en las pautas de la edición y el consumo esto se ha acentuado. Los libros ya no duran tanto tiempo como antes en el mercado. En tres o cuatro años, o incluso menos, si el libro no ha tenido buena fortuna comercial, será pasto del olvido o del saldo. Pero no hay que alarmarse porque ahora más que nunca hay alternativas. La irrupción de las nuevas tecnologías y el creciente mercado on-line ofrecen caminos para acceder a ese libro codiciado pese a que no siempre el milagro se produce.
Dicho lo cual no deja de conmover, sin embargo, contemplar cómo muchos clientes otorgan a algumos libros un valor emocional importante, que de alguna manera recoge no solo su aspecto material, sino que conforma el mapa de sus recuerdos y su experiencia personal.
“Algunas leyendas urbanas en torno al librero” en el llibreSoldados de cerca de un tal Salamina. Grandezas y miserias en la galaxia librería, d’Eduardo Fernández, Ed.Comanegra, Barcelona, 2008. Pàg. 48-50.
Crec que la qualitat i el nombre d’activitats realitzades per una entitat són una escala vàlida per apreciar-ne l’eficàcia. En aquest sentit, segons la informació continguda en l’assaig titulat Folleto publicat l’any passat per CILENGUA i l’autoria del qual es deu als organitzadors d’aquest curs, Pedro María Cátedra i María Luisa López Vidriero, que incloïa la bibliografia de l’Associació de Bibliòfils de Barcelona dels seus primers 65 anys d’existència -actualment, any 2015, hem superat els 70 anys-, aquesta entitat ha participat, d’una manera o altra, en l’edició d’unes nou-centes publicacions: 32 bàsiques, 161 complementàries, 60 tesis, 615 felicitacions de Nadal i 27 publicacions més.
A la seva activitat editorial cal afegir les visites institucionals realitzades a un gran nombre de biblioteques, arxius, museus i exposicions, tant nacionals com internacionals; la promoció i organització d’exposicions relacionades amb la bibliofília; l’assistència i organització de congressos, conferències, taules rodones, presentacions de llibres i moltes altres activitats, sempre relacionades amb el llibre.
L’Associació de Bibliòfils de Barcelona, en el marc de la seva tasca de difusió de les diferents disciplines del llibre, es considera actualment un referent qualificat en temes relacionats amb la bibliofília.
Extret de la conferència: “Bibliofília catalana contemporània”, que Jordi Estruga va donar al Monestir de Sant Pere de le Puel·les el 7 de març de 2015.
( cont.)
Sant Pere de les Puel·les, un referent en la restauració de llibres
XQ XQ XQ XQ XQ XQ XQ
“La Feria del Libro por antonomasia es la de Madrid. Dicha feria consiste en llenar el bonito parque del Retiro de un sinfín de casetas, llenas a su vez de libros y de personas que intentarán venderle a usted alguno de esos libros. El diseño, contenido y paisanaje de dichas casetas puede constituir por sí solo un espectáculo.
El primer objetivo de la Feria consiste básicamente en intentar convencer a los madrileños de lo fundamental que es para sus vidas ir a aguantar varias horas de empujones y un sol de justicia con el fin de comprar unos libros que, en el noventa por ciento de los casos, pueden encontrar todo el año en la librería de debajo de su casa. También pueden hacerse firmar dicho libro, tras la preceptiva cola, por el autor del mismo ( o de otro, que se dan casos). Seguramente si a la mañana siguiente coinciden con el mismo autor objeto de sus deseos en el metro, cojo y con muletas, lo que imposibilitaría su huida ante tan gran fan, lo máximo que harán será correr para intentar quitarle el asiento. Pero, qué diablos, ¡ es sábado, son las cinco de la tarde y es la feria !
Al final del evento las diferentes editoriales entrarán en el rifirrafe habitual sobre cuál ha contado con la obra más vendida y cuál con el mayor firmante de libros. Polémica que todo el mundo sabe falsa pues, en realidad, otro año, el libro más vendido ha sido Mortadelo y Filemón y quien más ejemplares ha dedicado, sin posible parangín, el gran Francisco Ibáñez.
En el resto de España, los libreros suspiran, simplemente, por poderse quejar del exceso de trabajo del que reniegan sus compañeros de Madrid y Barcelona, y sueñan con algún acontecimiento que les haga acercarse, remotamente, a esas cifras de venta,
“La Feria del Libro” en el llibreSoldados de cerca de un tal Salamina. Grandezas y miserias en la galaxia librería, d’Eduardo Fernández, Ed.Comanegra, Barcelona, 2008. Pàg. 45-46.
A.M. Cassandre – The Atlantic, 1931 – Art Deco Classic
Normalment, no escric gaires coses sobre els llibres que llegeixo, però avui em ve molt de gust dir alguna cosa d’un.
Tuset Street de Pedragosa, 1967
Feia dies que no gaudia tant llegint un llibre, el títo: Eso NO ESTABA en mi LIBRO deHISTORIAdelDISEÑOGRÁFICO [sic] de Carlos Cubeiro (Almuzara, Córdoba, 2023).
Cartells dels germans Stenberg
M’ha ensenyat moltes coses i m’ha aclarit unes quantes d’una manera fàcil i agradable.
Grapus. Mickey, 1982
Un exemple és la frase següent: “Tota la tecnologia necessària per consultar-los [els llibres] és una mica de llum natural i, en alguns casos, les ulleres de llegir. Quan sento que el llibre electrònic acabarà substituint el de paper penso que, si en efecte és així, els nens del futur es perdran aquest enlluernament que consistia a descobrir els tresors [exteriors i interiors] que guarda la biblioteca particular”. (pàg. 303).
Segell de la Staatliche Bauhaus, dissenyat per Oskar Schlemmer i utilitzat a partir de 1922
Llegint llegint, he parat un munt de vegades per seguir a Infinet moltes de les coses que explica sobre obres, autors, casos i coses.
Thomas Sarnecki, Pòster electoral de Solidarnosc, 1989
Vaig fer un curt postgrau sobre “Disseny de llibres i producció editorial”, vaig aprendre quatre coses, bé, tres, prou per saber que de Disseny no en tenia ni tinc puta idea.
Cartells de Peret
I he descobert que en el món del disseny hi ha obres, moltes, que no tenen res a envejar de molts quadres de pintura.
Saul Bass, cartell per a la pel·lícula Vertigo (1958, dir. Alfred Hitchcock)
Cartells d’America Sanchez
Miraré de llegir una mica més sobre aquest tema, em sembla un món apassionant i segur que aprendré i gaudiré, tot alhora.
Busco una altra manera d’aprendre, estudiar assignatures soltes o seguir en línia cursos sobre tot això, però no és una tasca fàcil. Hauré de mirar una mica més.
“Els moviments culturals produïts a Catalunya a partir de la quarta dècada del segle XIX, emmarcats en l’anomenat “redreçament”, van fer que determinats aspectes lingüístics i literaris rebessin un tractament significatiu. Van ser alguns dels personatges que van participar d’aquell desenvolupament cultural els que van facilitar l’aproximació a la bibliofília moderna i, per tant, a la formació de les primeres associacions de bibliòfils.
Tres grans aspectes van ser significatius en l’evolució de la bibliofília catalana contemporània:
a) L’aparició dels moviments anomenats: “Modernisme” i “Noucentisme“.
b) La presència d’associacions de bibliòfils.
c) La disponibilitat d’especialistes creadors o “faedors” del llibre de bibliofília.
1. “Modernisme“
A finals del segle XIX i principis del XX van aparèixer profunds impulsos creatius, entre destacats desigs de renovació, perquè l’art participés globalment en la vida social catalana. El llibre va passar a ser considerat un objecte d’art total a Catalunya. Els seus autors van crear creacions combinant literatura i imatge que van donar lloc a una àmplia aportació editorial dins d’aquell moviment tan representatiu com el “Modernisme“.
Filles de la ruptura i la innovació propugnades en el seu moment, van ser les següents obres:
–Rusiñol (Santiago)Oracions, Barcelona: Tipografia “L’Avenç”, 1897. Il·lustracions de Miquel Utrillo
-Riquer (Alexandre de) Anyorances, Barcelona: J. Thomas, 1902, petita joia bibliogràfica amb il·lustracions i decoració de Riquer, d’estètica japonesa.
-Diversos autors. Prosa Catalana, Barcelona: Fidel Giró, 1903.
–Ribera (Ignasi). Poesia & prosa. Vilanova i Geltrú: Oliva, impressor, 1905. Decorat per Víctor Oliva.
El primer terç del segle XX és un període rellevant en la història política, literària i artística de Catalunya. El conegut moviment anomenat “Noucentisme” va ser molt important -les idees de civisme, classicisme, mediterranisme, ritme, norma, proporció, ordre, feina ben feta, etc., formen part de la ideologia d’aquest corrent formulada per Eugeni d ‘Ors en el seu:
Glossari MCMVI. Xenius (Eugni d’Ors), Barcelona: Fidel Giró, impressor, 1907. Il·lustració de l’APA (pseudònim de Feliu Elias Bracons), xilografia d’Helena Maragall.
Dins d’aquest pensament o corrent ideològic, es van publicar, escriure, imprimir i il·lustrar una sèrie d’obres sota una norma estètica que ara es coneix com a “noucentista”. Les següents publicacions són una mostra:
-Autors diversos. L’Almanac dels Noucentistes. Barcelona: Joaquim Horta, 1911. Il·lustrat per diversos artistes.
–Eugeni d’Ors. La Ben Plantada. Barcelona: Tallers N.A.G.S.A., 1936. Tot i que la primera edició va ser de 1913, en mostro la de 1936 perquè conté il·lustracions d’un artista “noucentista”, Enric Cristòfor Ricart, un artista excepcional i gran mestre de la xilografia.
–Josep Carner. Auques i Ventalls. Igualada: Nicolau Poncell, impressor, 1935. També aquí us mostro l’edició de 1935 (la primera edició ers de 1914) ja que conté una petita xilografia d’un altre artista “noucentista” acreditat, Josep Obiols.
-Francesc Pujols. La Catalunya pintoresca. Barcelona: Altés, impressor, 1919. Il·lustració de Xavier Nogués, un dels millors gravadors de l’època.
–J. Torres García. Apunts d’Art. Girona: Tallers de Rafel Masó, 1913. Les xilografies que il·lustren aquesta obra són del mateix Torres García excepte la portada, signada per MP, feta per la dona de l’artista, Manolita Piña.
-Josep M. de Sagarra. Amics ocells. Barcelona; Casa de la Caritat, 1923 amb Ii·lustracions de Josep Obiols. Edició de la Comissió d’Ensenyament General de la Mancomunitat de Catalunya.
–Ventura Gassol. Àmfora. Barcelona: Obrador de Francesc Altés, 1917. Il·lustracions de Josep Obiols.
.Joan Llongueras. L’estiu al cor. Barcelona: Tipografia Emporium, 1928, amb unes xilografies de Ricart, molt característiques de l’època.
-Autors diversos. Almanac de les Arts, Sabadell. Sabadell: Impremta de Joan Sallent, 1924, il·lustrada per diversos artistes, entre els quals voldria destacar Ricard Marlet, un altre artista genuí del noucentisme que va destacar com a xilografia.
I, finalment, una de les mostres del nivell internacional assolit per la bibliofília catalana d’aquells moments, a través d’una de les obres de la capital hispànica:
–Miguel de Cervantes. Don Quixot de la Manxa. Barcelona: Oliva de Vilanova, 1933. Amb il·lustracions en xilografia d’Enric Cristòfor Ricart. Va ser encarregat per una important associació de bibliòfils: The Limited Editions Club.
Extret de la conferència: “Bibliofília catalana contemporània”, que Jordi Estruga va donar al Monestir de Sant Pere de le Puel·les el 7 de març de 2015.( cont.)
XQ XQ XQ XQ XQ XQ XQ
“ Nos enfrentamos al reto crucial de todo esto: el clásico “ni contigo ni sin ti”: “el quisiera que vinieses con la lección aprendida, pero no hay manera”. Y sin embargo, toda esa serie de contradicciones y pequeños desastres cotidianos son los que otorgan carta de naturaleza y sentido al trabajo que hacen los moradores de una librería. Por lo demás, otra de las fascinantes contradicciones de las relaciones entre humanos.
En este aspecto las relaciones librero-cliente tienen no poco en común con las relaciones que habitualmente tenemos con nuestros seres queridos. Los amamos o los odiamos, pero los necesitamos para que nuestro cometido tenga sentido. Lo peor de todo y, especialmente, la porción más ingrata del pastel se la lleva el personaje que habita tras el mostrador. Habitualmente el cliente es ajeno a toda su agenda de personales complicaciones y problemas que tampoco tiene por qué comocer. El cliente es lo más parecido al niño pequeño que perpetra todo tipo de trastadas sin ser reprendido. Esto es un negocio y ya sabemos que el cliente siempre tiene razón, pero, como en tantas ocasiones de la vida en las que nos vemos imposibilitados a decir lo que pensamos, so pena de vernos abocados a remar en galeras, qué sucedería si pudiésemos manifestar al cliente toda la serie de pequeños calvarios y contratiempos que ocasionalmente debemos afrontar.
Tampoco hay que alarmarse ya que siendo la librería una versión reducida del mundo, donde se concitan toda serie de contactos y relaciones, también se produce el efecto contrario y puede ser un foro donde se establezcan vínculos de afecto y amistad con personas interesantes. Es el equilibrio de la vida; su peculiar yin y yang.
Por todo ello le brindaremos a continuación a usted, amable cliente-lector, unas sencillas instrucciones para tratar con su librero de cabecera.
Cuáles son las mejore horas ( y las peores) para visitar al librero.
Ninguna; en general, ninguna hora es buena. Siempre hay tareas pendientes. En cualquier caso, el librero tiene dos momento especialmente funestos para ser abordado: la hora de apertura y la de cierre. Apenas hora y media tras haber abandonado la cama, el librero y la amabilidad son difícilmente compatibles. Así que, estimado cliente, nuestro consejo es que sea discreto y poco ruidoso porque es más que probable que nuestro profesional aún esté desperezándose. Y no digamos si ha tenido una mala noche.
NUNCA entre en una librería cinco minutos antes del cierre, y menos con una lista. El resultado de dicha expedición puede ser catastrófico. Nuestro querido compañero puede estar al límite del burn out y en esos instantes sólo piensa en huir del establecimiento en busca de su madriguera ( ¡¡ por favor, una cerveza y mi sofá, por misericordia !!).
Estos son algunos de los bonitos mapas mentales que registra el cerebro del librero ante los casos expuestos:
Pero qué hacen a esta hora aquí. ¿Es qué no tienen casa o qué?
Ya está este/a aquí tra vez. ¿Es qué nadie le quiere?
¿Qué hacen todos estos en la puerta? ¿Los han echado de la cama o qué?
Vamos a ver… ¿Estos no cenan o qué pasa?
Para qué vuelve si ayer ya le dije que no…
…
“Cliente, una relación de amor-odio” en el llibre Soldados de cerca de un tal Salamina. Grandezas y miserias en la galaxia librería, d’Eduardo Fernández, Ed.Comanegra, Barcelona, 2008. Pp.30-32.
“ Recull d’usos i costums de la professió de Llibreter Antiquari”.
Art.1.- Aquest recull dels usos i costums de la professió de llibreter antiquari defineix els usatges habitualment i universal reconeguts en totes les transaccions comercials relatives a la professió de llibreter antiquari, sigui entre professionals, sigui entre professionals i particulars.
Art.2.- Així, doncs, tots els membres d’un sindicat ( associació) afiliat a la “L.I.L.A.” ( Lliga Internacional de Llibreria Antiquària) han de tractar tota transacció comercial segons els usos ací constatats, ço que significa que tot membre de l’esmentat sindicat ( associació) ofereix, tant als seus col·legues, com als seus clients, una garantia moral ben definida.
Art.3.- Tota compra feta per un llibreter a un altre llibreter, ha de pagar-se ( salvat el cas d’estipulació contrària), al comptat, a seguit de la recepció. Tota mercaderia comandada no pot ésser retornada, excepte en el cas que no es correspongui a la descripció donada pel venedor; aquesta descripció ha d’ésser exacta i en ella s’han d’esmentar totes les faltes o defectes de qualsevol gènere.
Art.4.- El proveïdor ha de rebre integrament el montant de la seva factura: en conseqüència, en els casos de regulació per vis de “clearing”, conducte bancari o qualsevol altre que provoqui despeses, aquestes seran, en la seva totalitat, a càrrec del comprador.
Art.5.- Tots els llibres comprats queden subjectes a verificació, que haurà de dur-se a terme immediatament a la recepció de la comanda. Les reclamacions han de formular-se dins els vuit dies següents posteriors a la recepció. En qualsevol cas, aquest termini podrà ésser prorrogat de comú acord entre el venedor i el comprador en determinades circumstàncies.
Art.6.- Tota oferta serà reputada “ salvant venda entre temps”, a menys que s’indiqui el contrari. En qualsevol cas, la cortesia aconsella especificar aquesta menció, o indicar un breu termini d’opció.
Art.7.- Quan un llibreter hagi fet una oferta per la compra de llibres, el preu ofert només es vàlid si la transacció és immediata, a menys que existeixi conveni contrari.
Art.8.- Tot llibreter deu – dins un bon esperit de confraternitat, i en tant no es tracti d’un cas excepcional -, concedir als seus col·legues membres de la “L.I.L.A.”, el descompte d’almenys un 10% sobre el preu marcat.
Art.9.- Una vegada feta la tramesa dels llibres, qualsevol risc de transport corre a compte de l’expedidor i és del seu càrrec cobrir-lo per una assegurança, si ho estima oportú; les despeses de l’assegurança deuran ésser carregades al destinatari.
Art.10.- Fora del supòsit de conveni especial, les trameses “a l’examen” han d’ésser retornades dins de les 48 hores següents a la recepció. Passat aquest termini, la venda ha de considerar-se conclosa. Les despeses dels ports d’anada i tornada son a càrrec del peticionari.
Art.11.- El fet que un o diversos llibres encomanats sobre un catàleg ja estiguin venuts a la recepció de la comanda no podrà constituir motiu de refús de la resta, a menys d’existir estipulació en contrari a la pròpia comanda, encara que aquesta clàusula no resulti impresa en catàleg.
Art.12.- Tot llibreter és responsable de les seves descripcions bibliogràfiques. Però si comet un error o una omissió, no està obligat sinó a readmetre el llibre.
Art.13.- Tota valoració feta per un llibreter que no vagi seguida de compra, ha d’ésser retribuïda. Les despeses de desplaçament – en cas d’haver-n-hi -, han de facturar-se. Cas de valoració feta per un llibreter estranger, aquest ha d’aplicar la taxa de valoració en ús en el país on s’hagi dut a terme.
Art.14.- En les valoracions cal que les estimacions es facin en forma escrupolosa, ja que comporten una responsabilitat moral de l’expert respecte del propietari dels llibres que ell ha de taxar.
Art. 15.- Si un llibreter demana llibres en comunicació, o en comissió, n’és responsable des de la seva expedició fins el seu retorn o ajust. En qualsevol cas, la seva responsabilitat no s’estén als danys de guerra, ni a aquells riscs que no puguin cobrir-se amb una assegurança.
Art.16.- Tot llibreter que rebi d’un client ordres de compra en una venda o subhasta ha de demanar la comissió acostumada.
Art.17.- Tot llibreter que es faci representar en una venda a subhasta per un col·lega, salvat el cas de convenció especialment estipulada, ha de pagar-li al comptat el montant de les seves compres.
Art.18.- Tota venda pot facturar-se, bé en moneda del país d’origen, o bé en moneda estrangera, sempre, però, en aquest cas, amb base a les taxes de canvi en vigor a la data de la venda.
Art.19.- Aquest recull d’usos i costums s’ha establert en francès i en anglès. Cas d’haver-hi alguna discrepància en la interpretació d’un paràgraf en relació d’una altra llengua, el Comitè de la “L.I.L.A.” decidirà quina és la interpretació correcta.
Recomanacions.
Llibres robats.- Si un llibreter compra de bona fe un llibre robat a un altre llibreter, poden presentar-se dues possibilitats:
1.- Les parts interessades desitgen arranjar l’assumpte amigablement. En aquest cas, el llibre haurà d’ésser lliurat al propietari legítim, però aquest haurà d’abonar al comprador la meitat del preu pagat. Això constitueix pels dos llibreters una “fórmula entre cavallers”.
2.- El robatori pot donar naixement a una acció legal. La llei en aquest cas, essent distinta segons els països, no deixa possibilitat per donar recomanacions que tal vegada puguin resultar contràries a les lleis nacionals. Mentrestant és de desitjar que el principi enunciat en el paràgraf 1 sigui aplicat entre els dos llibreters, el comprador i el llibreter víctima del robatori.
Recull d’usos i costums de la professió de Llibreter Antiquari”, en el Catàleg 1978-1979 de La Llibreria del sol i de la lluna, p.12-14.
XQ XQ XQ XQ XQ XQ XQ
“ El librero puede parecer un ser extraño. Un personaje inclasificable que mutó en las bibliotecas en eras pasadas para reptar hasta la calle y convertirse hoy en día en una pieza más del engranaje del mercado.
Seguramente el sueño virtual del librero es poder llevar la sección a su gusto sin tener que atender constantemente a los clientes. En eso todavía arrastra los viejos genes de su antepasado, el bibliotecario. Pero los hábitos le han hecho conectar con la mayoría de los mortales y ha descubierto que las relaciones humanas también existen y conviene fomentarlas para vivir de este negocio.
El librero puede SER MANIÁTICO. Cuida de su zona de trabajo como una madre que guarda con celo la entrada de la madriguera, atenta al acecho de depredadores que quieran violentar a sus crías: los libros. Mantiene en orden escrupuloso todo lo que alcanza su ángulo de visión y tolera mal cualquier alteración y desorden que algún pobre incauto provoque despistadamente. Si el incidente ocurre, se lo hará saber. Eso sí, con suma habilidad.
Algunos libreros, no todos por supuesto, NO SON ESTRICTAMENTE AMABLES, por lo menos genéricamente, aunque ya hemos visto que las circunstancias aprietan mucho. En esto guardan un gran parentesco con las múltiples razas que pueblan los comercios de cualquier sector. Una deformación que se acentúa con los años. Los viejos genes del bibliotecario que fue acuden en manada, hurgando de vez en cuando en la vertiente más taciturna del personaje cada vez que se ven abocados a ejercitar por obligación el buen trato; aunque en medio de tamaño esfuerzo de sobrehumana cordialidad, pueden aprender a ejercitar las relaciones humanas y a veces reconocer que brindan gratificantes resultados.
El librero PUEDE SER VIOLENTO. No se le ocurra maltratar un libro o, peor, desprecintarlo en su presencia. Sus reacciones pueden ser furibundas e imprevisibles. Si el cliente es sorprendido en plena fechoría, es mejor no alterar al librero y lo más recomendable es darse a la fuga. Si este entra en cólera, muestre hábil sumisión e inténtelo en mejor ocasión, a no ser que sea usted un temerario dispuesto a arriesgar su integridad física.
Algunos libreros con brotes de intolerancia pueden ser INSOPORTABLEMENTE ARROGANTES; en especial, los más exquisitos. Aunque abocados al pánico que provoca el despido, si es que son empleados, es una prueba para su paciencia escuchar de boca de un cliente pronunciar mal un título o un autor, o marearle la perdiz sin llegar a ninguna parte. Aquí las reacciones son múltiples y derivan hacia el sarcasmo, la indiferencia y raramente a la tolerancia. No les juzguen con dureza. El trabajo continuado en un recinto cerrado y la habitual repetición de lugares comunes pueden llegar a conformar un caràcter difícil.
Sin embargo, si el combate se produce con su alter ego disfrazado de cliente exquisito, los resultados pueden ser de una crudeza extrema y no tendrán nada que envidiar al choque de dos dinosaurios en pleno Jurásico.
Al final tampoco tampoco hay por qué alarmarse puesto que una vez echado el cerrojo y bajada la persiana, en definitiva, el librero es como la mayoría de nosotros. Ve partidos de fútbol, bebe cervezas, paga sus impuestos y quiere a sus semejantes… o no.
”El librero ( anatomía de un personaje)”, en el llibre Soldados de cerca de un tal Salamina. Grandezas y miserias en la galaxia librería, d’Eduardo Fernández, Ed.Comanegra, Barcelona, 2008. Pp.27-29.
L’avatar1 que faig servir quan demanen que el posi en algun lloc és un “colporteur”, i també el faig servir en el meu vlok.
El motiu no el tinc clar, sembla que em vaig sentir identificat quan va aparèixer a la meva vida, potser és l’ofici que m’agradaria tenir en una altra vida, si es pot dir ofici a fer el que a un li agrada, llegir i facilitar llegir a altres i ja posat, escriure una mica.
I escric “colporteur”2 (d’ara endavant sense cometes) perquè altres noms per aquest ofici no m’acaben d’agradar, com per exemple: venedor ambulant, que és la traducció oficial, o firaire, com a personatge assidu a les fires per vendre qualsevol cosa, entre les quals els llibres, llibrets, auques, goigs i tota mena d’escrits i pamflets per informar i donar notícies a tothom.
També podria ser baladrer, que potser s’usava despectivament amb aquells que cridaven massa, però que també s’aplica als venedors de tota mena d’andròmines, menjars i begudes, i mercaderies vàries, i potser més aplicat a gent que practicava oficis , anant de poble en poble, de ciutat en ciutat, on aplicaven les seves “arts” i es posaven a disposició dels ciutadans per fer una mica de tot (adobacadires, serrallers, afiladors, aiguaders, perruquers, venedores de maduixes, afiladors, i un llarg i variat etcètera).
O robavellaires i drapaires que eren les persones que compraven i venien roba, requincalla i altres estris ja usats. Hereus del firandant medieval.
William Shakespeare – The Winter’s Tale Lyrics and Tracklist
A la Viquipèdia no hi ha gaire cosa, una mica d’història dels venedors ambulants, quan diu: “Els seus orígens es perden a la boira del temps, ja que antigament no hi havia botigues permanents als pobles agrícoles i, per tant, per al subministrament, calia anar a les fires que es realitzaven periòdicament. Per fer front a les necessitats de la població rural, hi havia les figures dels venedors ambulants, els orígens dels quals poden estar relacionats amb la relativa seguretat dels viatges després de l’any 1000, sense excloure la seva existència en temps més antics. Moltes vegades a la part posterior d’un ase, potser amb un carro, passaven per tots els carrers, portant tota mena de productes que podrien servir.”
El venedor ambulant de llibres d’Anibal Carracci, Grigniani, Roma, 1646.
A França i altres països se’ls hi ha donat molta més importància. Per exemple a la Wikipédia francesa explicant moltes més coses començant per explicar l’etimologia del mot colporteur: “prové del llatí “comportare”, en francès “transportar”, que és semblant al verb “coltiner”: portar una càrrega pesada al coll, les espatlles, amb el cap protegit per un “coltin” que és un tocat allargat per una peça de cuir que protegeix el coll i les espatlles”, en referència als senyors que s’hi dedicaven en el segle XIV, quant a l’Anglaterra del segle XIII, aquest tipus de venedor s’anomenava “peddle”: el terme prové de la paraula francesa “pied” (llatí: pes, pedis). D’altra banda, durant el regnat d’Enric VIII, la paraula “colporteur” estava en ús a través de diversos edictes i reglaments.
A França un reial edicte de 1723 exigia que els venedors ambulants sabessin llegir i escriure, que estiguessin inscrits en un registre de la generalitat del lloc i que portessin una placa distintiva; però la majoria dels venedors ambulants, tant analfabets com reticents a pagar els impostos associats a la seva professió, estan inscrits com a “traficants” en documents notarials i parroquials.
Però a mi m’agraden els llibres i tot el que els envolta, per la qual cosa voldria dedicar aquestes línies als colporteurs dedicats a vendre papers, plecs, diaris, llibres i tota mena de productes relacionats amb el llibre i l’escriptura, com els “baladrers de tinta fina”.
Le Colporteur (De Marskramer, avant 1516), per Jèrôme Bosch ( Museu Boijmans Van Beuningen)
He mirat i rebuscat informació sobre la història, els costums, els llocs i qualsevol cosa que estigui relacionada amb els colporteurs, però és una mica difícil trobar coses específiques dedicades a ells, més a Catalunya, doncs a altres llocs hi ha bastants coses escrites sobre el tema.
Voldria aclarir que el que escric aquí té a veure amb els coporteurs que hi havia ja fa anys, els venedors ambulants d’avui dia mereixen uns altres escrits, i quan dic avui dia em refereixo per exemple als venedors anomenats Top manta, els dedicats a la venda de mà a mà, als venedors de fires i mercats setmanals i des de la perspectiva literària als personatges que fan la funció que feien els colporteurs d’abans, com els anomenats biblioburros, bibliolanxes, bibliocamells, bibliocavalls, bibliocicletes, etc. Deixant de banda també els bibliobusos, que podriem dir que són “colporteurs gegants”, però que només deixen el que porten sense cobrar.
Torno a la Wikipédia francesa, doncs expliquen molt bé la relació dels colporteurs amb el món llibreter i parla del que venien, de les lleis que els governaven, de les prohibicions i dels permisos que se n’anaven produint al llarg del temps quan l’activitat del “colportage” estava molt organitzada i feia falta, perquè les desavinences entre els colporteurs i els venedors sedentaris, els que tenien tendes, sovintejaven. Fins i tot ens diu que cap a l’any 1611 hi havia 46 colporteurs autoritzats i molts més sense cap autorització, i això portava a fer més lleis, moltes de prohibició, com una de 1669 que prohibia vendre cap llençol o pancarta sense el permís del lloctinent de policia local, i el 1680 es reiteraven les mateixes prohibicions pel que fa a cartells.
Gilhofer und Ranschburg Antiquariatskatalog 1925
I en el regnat de Lluís XIV els colporteurs tenien prohibit vendre per la ciutat obres i mercaderies reservades als mestres dels oficis establerts i agremiats, sota pena de desamortització i multa.
A França, la Biblioteca Blava , una forma primitiva de literatura de venda ambulant que va aparèixer a principis del segle XVII i el Chapbook a Anglaterra, confiaven en els colporteurs que asseguraven la distribució per tot el territori. L’any 1727, els colporteurs de diaris havien de saber llegir i escriure. L’any 1757, un edicte els castigava amb la pena de mort si distribuïen clandestinament llibres que no havien rebut cap privilegi o que estaven subjectes a prohibicions. L’any 1840 va marcar progressivament la fi dels colporteurs de llibres. Les lleis de 1849 i 1852 imposaven tres condicions per a la venda ambulant de publicacions; l’examen previ de l’obra per una comissió, la col·locació d’un segell a cada exemplar ofert a la venda i portar un passaport especial per part de tots els venedors, que corresponia a una “patent”.
The American Chap-Book, color zincograph on paper de William H. Bradley (1868-1962)
De Catalunya he llegit unes poques coses, alguns articles, pocs, i sense aprofundir gaire.
En Joan Amades va escriure molt acuradament sobre els baladrers i els oficis dels quals parlava més amunt en el llibre dedicat a les rajoles dels oficis3, però el tema llibre, impremta, escriptura, enquadernació no surt gaire. En altres llibres4 d’Amades en parla molt sobre el llibre, però els colporteurs no hi apareixen gaire.
Algunes coses surten aquí i allà, com un article al Butlletí dels Museus d’Art de Barcelona5: “Notes sobre iconografia popular”, on diuen: “De la venda forana tenien cura el marxant transhumant d’imatgeria que amb canyes i cordills improvisava les seves parades, i el “colporteur” o venedor ambulant, qui, a més de les estampes, portava petites manufactures útils a les actives menageres o adients a l’agençament de les fadrines i els jocs dels infants.”
Colporteur, huile sur toile, XVII s. Anonyme (école française), conservé au musée du Louvre à Paris.
A L’Esquella de la Torratxa surten uns quants acudits i en algun article citen els venedors ambulants, per exemple, en un article de Lluís Capdevila6: “Un concepte de la honradesa”, diu: “De tant en tant, arriba un venedor ambulant, blanc de pols de la carretera, suat i estripat que fa llàstima. Aquest venedor es deixa caure defallit en el primer clap d’ombra que troba. Immediatament, presentint el nòmada, el volten les mosques, les formigues, els porcs, les oques, les criatures i altres bèsties molestes. Aquest venedor – de paper i sobres, d’espanta-mosques, de qui sap quina altra baratura – llança el seu pregó, agut, lent, trist, pels carrers solitaris del poble. Per què sempre tenen aquesta tristesa els pregons dels venedors ambulants?”
I en El Baix Penedès: setmanari autonomista, signat per N., diu: “Passo distret per una de les vies més cèntriques de la ciutat y una veu estrident, penetrant, qu’em fereix els tímpans, me tréu bruscament de la meva abstracció: “La cogida de Vicente Pastor”, “la lista de la lotería”, crida, esgargamellantse, el venedor ambulant de periòdics, y la gent s’hi aboca amb avidesa, arrebassántloshi atropelladament…”
A Young Woman Book-Peddler. Artist Torii Kiyonobu I (Japanese, 1664–1729) .1720s
Tres cites que ja diuen alguna cosa de qui eren els colporteurs, però eren molt més i miro d’esbrinar més coses.
En un article-entrevista7 de 1993, Roger Chartier8 ens diu: “La ciutat de l’Antic Règim és un univers en el qual els textos són presents, visibles. Hi ha una gran diferència amb el món rural on el text no és present més que sota la forma del manuscrit, controlat pel clergat o pel notari. El colportage de llibres és fonamentalment un fet urbà. La diferència entre llibreter i “colporteur” està lligada a la naturalesa dels objectes escrits i impresos difosos. Els colporteurs difonen objectes definits estrictament per reglamentacions (han de correspondre a tal o tal altre gènere, no han de sobrepassar tantes pàgines…) No és més que progressivament, almenys a França (primer el N., després el NE. I continuació el Midi) que el “colportage” va difondre el llibre imprès.”
The broadsheet vendor, ascribed to Jost Amman, 1589 (NYPL)
Sortosament, he trobat un article9 de Ricard Expósito i Amagat que també ajuda a saber una mica més sobre els colporteurs, diu: “Certament, Roch Soler10 estava informat tant de les notícies de la terra com de l’“actualitat internacional”. Però com era possible des de les remotes valls de Llémena i d’Hostoles? La resposta ofereix-la “premsa” de l’època. El que convertia en especial aquest pagès era que consumia les noves impreses. El 20 de juliol de 1616 – segons consta en anotació manuscrita – havia adquirit un fulletó versificat sobre bandolerisme, mentre que el 1627 indubtablement feu el mateix amb una “relació tipus gaseta” sobre els successos ocorreguts a l’estranger durant l’any anterior. El plec noticiós més antic fou comprat a Barcelona, mentre que la procedència del segon és desconeguda: potser l’obtingué a la mateixa ciutat o, tal vegada, en algun lloc concorregut (una plaça, un mercat) o de mans d’algun venedor ambulant que recorria la diòcesi gironina. En tot cas, els horitzons del seu món no s’acabaven a l’era del seu mas, als camps o al campanar parroquial sinó que, en certa manera, abraçaven la major part de l’Europa moderna i, marginalment, les Índies Occidentals; és a dir, que un pagès de la Garrotxa també tenia experiència de la diversitat. I tot això gràcies als papers públics estampats als tallers barcelonins i perpinyanesos; uns fullets en català i en castellà, en vers i en prosa, que expandiren notablement la coneixença i fins i tot la percepció dels esdeveniments extra-locals.
Le marchand d’images italien entre le maréchal de La Feuillade et un homme qui se bouche les oreilles
En el mateix article ens parla de la importància, no pas petita, dels fulletons, cartes, avisos, etc. , que corrien amunt i avall, moltes vegades en mans dels colporteurs. En paraules d’ell: “Ara bé, no s’hauria d’oblidar que, malgrat la progressiva consolidació de les publicacions periòdiques, els papers públics irregulars perduraren dins dels horitzons informatius del Principat fins més enllà de la Guerra del Francès, interaccionant amb les gasetes, els periòdics literaris i els diaris. No debades, els fulletons subordinats als esdeveniments foren hegemònics en el decurs del període alt modern: a més de les relacions, es publicaren una munió de cartes i còpies epistolars i, en menys mesura, avisos i noves. Tots aquests humils i fràgils fulletons, majoritàriament en 4t i en llengua castellana, cobriren temes prou heterogenis com foren encontres militars, festes monàrquiques i d’altres dignitats, assumptes religiosos, fets extraordinaris – de tipus natural, sobrenatural i inusual –, entre “otras cosas dignas de ser sabidas”. Consumits dins i fora de Catalunya, contribuïren al sosteniment quotidià de les impremtes catalanes o, més exactament, de les perpinyaneses i, sobretot, barcelonines, com els tallers de Gabriel Graells i Giraldo Dotil, el dels Mathevat o el d’Esteve Liberòs: entre 1500 i 1630 s’estamparen 334 fulletons noticiosos al Principat, una petita part d’un total desconegut que, lamentablement, no ha sobreviscut als estralls del temps.”
Però el millor lloc, fins ara, per trobar informació és la Tesi Doctoral11 del mateix Ricard Expósito, que dedica unes 7 pàgines al tema, i on citant l’anàlisi de la francesa Michèle Fogell2 sobre l’Antic Règim on explica la importància dels “Juré-criers”13, els “Juré-trompettes”14 i els Te Deum per a les monarquies europees que els utilitzaven per a fer saber als súbdits dels espais urbans –i al camp–, els edictes (i textos de naturalesa semblant) així com tota mena d’informacions, no es descuida de la importància dels colporteurs, doncs eren peces fonamentals per aconseguir el ressò informatiu desitjat, malgrat que moltes vegades les notícies i esdeveniments podien ser canviats o alterats.
Couverture d’un almanach de 1831, intitulé Messager boiteux de la Moselle.
Així doncs, Ricard Expósito dedica uns quants fulls a les vies de transmissió considerades menors, però que, com diu, han atret l’interès dels estudiosos.
De la tesi podria posar moltes coses, totes interessants, però crec que si a algú li ha entrat el desig de saber més, una bona ullada a la Tesi li valdrà la pena. Sí que vull posar, però, unes línies de les pàgines 41-42 on parla o defineix què o qui és el colporteur: “A França el fenomen de la venda ambulant, que es coneix amb el nom de “colportage”, compta amb una tradició historiogràfica sòlida, especialment des de la publicació de l’inventari i estudi de la “Bibliothèque bleue de Troyes” per part de Robert Mandrou15 l’any 1964.
Si bé és cert que els aspectes “literaris” dels segles XVI al XIX són els que han atret més atenció, el vessant comercial també és prou ben coneguda; i, a més a més, els venedors que es dedicaren a aquesta mena de comerç constitueixen una imatge familiar en la història de l’art. Els “colporteurs” (també “marchands” o “mercerots”) recorrien els camins del regne i transportaven –dins de cistells, farcells o armariets–, desenes o centenars de peces de literatura i d’actualitat que venien al(s) públic(s) de les ciutats i del camp: llibres i llibrets de devoció catòlica, històries heroiques o llegendàries, almanacs, beceroles (“livrets d’Abécé”), cançons, etc. I, també, premsa (“occasionnels”, alguns “canards”, i gasetes –incloent la de Renaudot–) i altres textos afins com ara pamflets polítics i edictes. A París, l’any 1616, hi treballaven una dotzena de “colporteurs” reconeguts per la Universitat i pels professionals de l’imprès (llibreters, estampers i enquadernadors) i un nombre indeterminat, molt més gran, sense llicència… Resumint, els “colporteurs” foren uns dels principals agents transmissors dels productes d’estampa informatius (i literaris o piadosos) que eixien dels obradors tipogràfics i de les llibreries de dins i fora del regne francès i s’escampaven arreu del territori. Com també ho foren, de distribuïdors d’informació i de literatura, els seus homòlegs europeus, que es dedicaren a aquest comerç de l’imprès amb o sense l’aprovació explícita o tàcita de les autoritats.”
Les 7 pàgines citades donen molta informació sobre aquest món i ens fa saber de la importància que van tenir els colporteurs, podria posar més coses extretes de la tesi, però crec que amb l’aquí exposat n’hi ha prou per tenir idea, per saber una mica més sobre aquests senyors, a vegades estrafolaris, a vegades mal vestits, de vegades tot el contrari i moltes vegades mal vistos per la gent corrent.
Potser m’he allargat una mica, però semblava que el tema no donaria per gaire i ha resultat tot el contrari, malgrat que tenim, en l’àmbit local, no massa informació, poca bibliografia, m’ha servit per treure una mica l’aigua clara d’un ofici crec que molt desconegut i fins i tot deixat de la mà de Déu.
Venedors de canya i cordill, Barcelona, 1850
Però tinc ara a les mans un llibre de Joan Amades, Apunts d’imatgeria popular16, que també aclareix una mica aquest món dels colporteurs. I no em puc estar d’afegir unes quantes coses de les quals relata Amades, quan parla dels imatgers que des del segle XIV han tret a la llum tota mena de literatura, anomenada menor, però de gran importància en segles passats. Van començar amb els naips, consta en un escrit d’Eudald Canibell, l’any 1303 a Barcelona, i van seguir anys després les estampes, com la més vella coneguda, en talla dolça que representa el Príncep de Viana de 1461-62, i venen seguidament els romanços, els goigs, les auques, els ventalls i moltes coses més (cobertes de paper de fumar, felicitacions i dècimes nadalenques, cartes de soldat, jocs, etc., etc.)
Ens diu Amades que els imatgers catalans trametien llurs productes a les principals poblacions espanyoles i arribaven al públic d’aquí venen des dels seus establiments i molta part els venien als que podem anomenar colporteurs, que posaven les seves parades a l’aire lliure, dedicades exclusivament a la venda d’imatgeria i literatura populars, situant-se prop dels mercats, de les esglésies i dels llocs per on transitava la gent; crec que per acabar unes línies d’Amades no estan de més, diuen: “Solien estar arrambades [les parades] a una paret on clavaven dues rengleres de claus en sentit vertical; damunt d’aquests claus lligaven tot de cordills que travessaven la paret formant algunes línies paral·leles i dels quals penjaven els romanços, auques, estampes, ventalls i altres menudeses i els fixaven al cordill per mitjà d’una petita canyeta oberta per un tall. D’ací el nom de parades de fil i canya o de canya i cordill, el qual nom s’ha fet extensiu al tipus de literatura que s’hi venia.”
De fet, encara avui existeix el que es diu canya i cordill. Ens explica també que els venedors eren, uns quants, sedentaris, doncs s’establien cada dia o uns quants a la setmana al mateix lloc i altres, els colporteurs, que seguien les fires i mercats i els aplecs d’ermites importants amb un farcell al coll o una caixa dins la qual portaven la mercaderia i n’hi havia que fins i tot, tocaven algun instrument, com el violí, quan explicaven els romanços que duien.
D’un tema que no esperava gaire bibliografia, al final van apareixent més i més coses. Un exemple d’això és el llibre de Francisco Mendoza Díaz-Maroto: Panorama de la Literatura de Cordel Española17, on parla de les “Aleluyas” (auques), romanços, plecs, calendaris, almanacs, etc., i on hi ha molta bibliografia (uns 90 autors+Catàlegs+Plecs) amb uns quants autors catalans: Amades, Batlle, Bohigas, Busquets Molas, Miquel y Planas, Palau y Dulcet, però és una bibliografia molt encaminada a parlar de “literatura menor” espanyola, i dels plecs solts, molts dels quals eren venuts per la Hermandad (Cofradía) de Pobres Ciegos de Madrid18 des de finals del segle XVI fins a l’inici del XIX.
Una cosa que m’ha semblat, almenys, curiosa, és el fet que Joan Amades quasi no apareix a la Viquipèdia on parla d’Auques, goigs, romanços, naips, literatura de canya i cordill, estampes, etc. Només he trobat dues cites i un exemple d’això que dic el trobem a Literatura de canya i cordill, on diuen que Julio Caro Baroja va parlar dels plecs de cordill l’any 1947 i de Joan Amades que ja en parlava deu anys abans no diuen res. Només en l’apartat sobre Rondalles surt una mica més. Crec que un senyor que ha escrit més de 150 llibres i tants o més articles i col·laboracions sobre aquests temes i molts altres hauria de ser tingut més en compte quan es parla de “literatura menor”.
Acabo, dient que un bon llibre que hauria de llegir complet, és el de Laurence Fontaine: Histoire du colportage en Europe (XVe-XIXe siècle)19, Paris, Albi Michel, 1993. De fet a França llibres editats sobre colporteurs i “colportage” n’hi ha un munt.
Em faltava alguna cosa, que no és res més que un vídeo de la Bibliotheque Bleue de Troyes, en el que expliquen el necessari per entrar i saber una mica més d’aquest món i unes quantes coses sobre impremta.
Hauré de llegir una mica més i si s’escau faré un altre article.
Parada brasilenya de canya i cordill, anys 8020
Personatge virtual definit amb els trets individuals escollits per un usuari perquè el representi en un entorn digital. O en un altre.
Diccionario de Bibliología y ciencias afines de José Martínez de Sousa, Ed. Trea, Gijón, 2004 (3ª ed.). Colporteur: (voz francesa de uso internacional); vendedor ambulante; i. Colporteur, book hawker). Vendedor ambulante de libros. Colportage: (voz francesa de uso internacional): venta ambulante; i, colportage, book peddling) Comercio ambulante de libros.
Les rajoles dels oficis de Joan Amades, La Neotípia, Barcelona, 1937. També l’edició facsímil, editada per José J. de Olañeta, Palma de Mallorca, 1987. Col. Arxiu de Tradicions populars, 45.
El llibre segons el poblede Joan Amades, Neotípia, Barcelona, 1938.
Butlletí dels Museus d’Art de Barcelona, núm., 73, juny , 1937, a la pàg. 166. (Article molt interessant).
“Un concepte de la honradesa” de Lluís Capdevila a La Esquella de la Torratxa, núm. 2506, juliol 1927.
“Representacions i pràctiques culturals en l’Europa moderna. Conversació amb Roger Chartier, Manuscrits, núm. 11, gener 1993, pàg. 29-40.
Roger Chartier: És un historiador i historiògraf francès que forma part de l’escola dels Annales. Treballa en la història del llibre, l’edició i la lectura.
““Successos d’Europa” a la Catalunya rural de l’època moderna” de Ricard Expósito i Amagat, Pedralbes, 28 (2008), pp. 611-621.
Roch Soler: un pagès natural de les Encies, població del terme municipal de Les Planes d’Hostoles, a la comarca de la Garrotxa.
Informació i persuasió: en els orígens de la premsa catalana (c. 1500-1720), Tesi Doctoral de Ricard Expósito i Amagat, Dpt. Història i Història de l’Art-Universitat de Girona, Girona, 2014. Molta informació i molta bibliografia.
Michèle Fogel, Les cérémonies de l’information dans la France du XVIe au milieu du XVIIIe siècle, [Paris], 1989.
Jurer-crier, o simplement Crier, es deia antigament de certs funcionaris encarregats de passar per la ciutat per fer anuncis en nom de particulars, convidar a la gent als funerals i proporcionar les penjades per a les cerimònies fúnebres, etc.
Jurat-pregoner, també dit de certs oficials que publicaven edictes, etc., al so de les trompetes.
R. Mandrou, De la culture populaire aux XVIIe et XVIIIe siècles.La Bibliothèque bleue de Troyes. Paris, Stock, 1964. Amb una interessant ressenya d’aquest llibre de Serge Thion a Communications, 6, 1965.
Apunts d’imatgeria popularde Joan Amades, Ed. José J. De Olañeta, Palma de Mallorca, 1983. Col. Arxiu de Tradicions populars, 44.
Panorama de la Literatura de Cordel Españolade Fco. Mendoza Díaz-Maroto , Ollero & Ramos, Madrid, 2001.
“Les aveugles colporteurs d’imprimés en Espagne” de Jean-François Botrel, Mélanges de la Casa de Velázquez, 9 (1973), pàg. 417-482. Hermandad (Cofradía de Madrid fundada l’any 1581. A València hi havia la Confraria de cecs des de l’any 1329 i a Barcelona des de l’any 1339.