El bibliófilo de José Gutiérrez Solana (1886-1945)
“El bibliòfil sap escollir els llibres; el bibliòman els amuntega. El bibliòfil reuneix els llibres amb els llibres, després d’haver-los sotmès a totes les recerques dels seus sentits i intel·ligència; el bibliòman els amuntega sense mirar-los. El bibliòfil valora el llibre, el bibliòman ho pesa o mesura. El bibliòfil procedeix amb l’ajuda d’una lupa, i el bibliòman amb una toesa. Conec alguns que calculen l’enriquiment de la seva biblioteca per metres quadrats.
La innocent i deliciosa febre del bibliòfil és, en el bibliòman, una malaltia aguda portada fins al deliri. Arribat a tal grau fatal de paroxisme, aquest mal no té gens d’intel·ligent i es confon amb les altres manies.
Charles Nodier: El aficionado a los libros”, Le Castor Astral, Paris, 1993, citat a De bibliomanía. Un expediente, de Jaime Moreno Villarreal, Univ. Veracruzana, México, 2006, pp. 197.
El bibliómano de Carl Spitzweg, ca. 1850
“ El libro es acreedor de los más exquisitos cuidados, pero con frecuencia recibe un trato inadecuado por parte de algunos lectores. El dueño poseedor debe saber preservarlo de todo cuanto lo pueda perjudicar. A más de proporcionarle un buen alojamiento, sin polvo ni humedad, sin luz directa del sol ni absoluta obscuridad, hay que otorgarle los merecimientos que le corresponden al gozo que proporciona. Y si no tiene el ánimo para imitar los extremos cuidados de algunos de sus exaltados adoradores, cuando menos hay que tener la consideración necesaria para concederle la atención que, indudablemente, se merece.
El cuidado a que nos referimos no es precisamente el de ordenarlo debidamente en la biblioteca. Sabemos que esto es muy útil y práctico e incluso bello, aunque la belleza también se encuentra en el desorden, ya que bello desorden es el de una habitación con sus cuatro paredes cruzadas de tablas sosteniendo libros hasta el techo, con las mesas y las sillas llenas de libros formando caprichosos montones de todos los colores y formatos”.
FIGUERAS, Carlos: Del amor y cuidado del libro… Ed. AGE, Barcelona, 1936, Col.lecció Los Libros Curiosos, pp. 17.
Llibres ben ordenats? No, és paper pintat per decoració.