“Igualment es podria parlar de l’Europa de les llibreries. El negoci llibreter, que ja floria a les localitats universitàries i a les ciutats burgeses de la baixa edat mitjana, va créixer amb la invenció de la impremta i el seu desenvolupament. A Barcelona, segons recorden Madurell i Rubió, ja el 1533 el virrei de Catalunya va aprobar la constitució de la ‘Confraria de Sant Hierònim de Libraters de la Ciutat’, que agrupava un col·lectiu de venedors de paper, enquadernadors i comerciants de llibres que treballaven des de mitjan segle XIV.
A la França de la Il·lustració els llibreters – sovint desdoblats en impressors/editors – van ser clau per difondre el saber dels enciclopedistes. A Anglaterra van donar peu a un estatut ( Statute of Anne, 1709) per mantenir l’equilibri en els preus. L’evolució de les llibreries ha anat sempre lligada a l’avenç de la cultura.
Stationer’s Company
En l’últim segle, les llibreries han estat espai d’exploració, de sociabilitat i de trovada. El lector busca el llibre desitjat i conversa amb el llibreter. I cada vegada més, troba possibilitats de relació: ja sigui en xerrades literàries, en clubs de lectura o en aquests cafès que algunes llibreries creen per fer més agradable l’experiència.
El llibre viu una etapa de transformació i s’acosta a un ric univers de possibilitats tecnològiques. Alhora, el teixit de les llibreries es confirma com a element de primer ordre, que cal mantener i potenciar, en la vida cultural de ciutats i comunitats.(( La tradició del Sant Jordi, que celebrarem dimarts vinent, ho confirma”.))
“Elogi de la llibreria”, a La Vanguardia Cultura, dimecres, 17 d’abril de 2013.
ξ ξ ξ ξ ξ
“ ¿Cuál es la diferencia entre un bibliófilo y un bibliómano?La literatura al respecto es inmensa y, por extrañas razones, si los franceses escribieron cosas egregias en el siglo pasado, la bibliografía de los books on books es, en el siglo que acaba de terminar, característica de los anglosajones. Dado que no tengo intención de realizar una tarea erudita, me limitaré a citar, respecto a la bibliomanía, dos libros: A gentle madness, de Nicholas A. Basbanes (Holt, 1995) y, para quien esté interesado en un sosegado y agudo discurso acerca de bibliofilia, el reciente Collezionare libri, de Hnas Tuzzi ( Edizioni Sylvestre Bonnard, 2000).
Para establecer una línea divisoria entre bibliofilia y bibliomanía daré un ejemplo. El libro más raro del mundo, en el sentido de que probablemente no existen más copias en circulación en el mercado, es también el primero, la Biblia de Gutenberg. La última copia circulante fue vendida en 1987 a compradores japoneses por algo así como seis millones de dólares. Si apareciese una nueva copia, no valdría seis millones de dólares sino muchísimo más. Por eso, todo coleccionista tiene un sueño recurrente: encontrar a una viejita de noventa años que está tratando de vender un viejo libro que tiene en casa, sin saber qué es, contar las líneas, ver que son efectivamente cuarenta y dos, y descubrir que es una de las Biblias de Gutenberg; después, entonces, calcular que a la viejita le quedan pocos años de vida y que necesita de curas médicas, decidir ahorrarle el encuentro con un librero deshonesto que quizás le daría sólo algunos miles de dólares ( ella contentísima), ofrecerle en cambio cien mil dólares con los cuales elle, extasiada, renovaría su vestuario hasta el día de su muerte y conseguir así un tesoro para la propia casa.
Y después, ¿ qué sucedería? Un bibliómano guardaría la copia secretamente para sí, y ojo con mostrarla, pues se pondrían en movimiento los ladrones de medio mundo; y entonces, la hojearía solo, de noche, como Tío Gilito cuando se baña en sus dólares. Un bibliófilo, en cambio, querría que todos vieran esta maravilla y supieran que es suya. Más tarde, escribiría al intendente de su ciudad, le pediría que hospedara el libro en el salón principal de la biblioteca comunal, pagando él mismo los enormes gastos de seguro y vigilancia, y reservándose para sí mismo y sus amigos, el privilegio de ir a verla cada vez que lo deseen. Pero ¿ en qué consiste el placer de poseer el libro más raro del mundo, sin la posibilidad de levantarse a las tres de la mañana para ir a hojearlo? Este es el drama: tener la Biblia de Gutenberg es como no tenerla”.
Article:”Confesiones de un bibliófilo”, d’Umbeto Eco en El Cultural.es del diari El Mundo, el día 23 de maig de 2001.
[…] “Igualment es podria parlar de l’Europa de les llibreries. El negoci llibreter, que ja floria a les localitats universitàries i a les ciutats burgeses de la baixa edat mitjana, va cr… […]