“Llibre, amich el més fidel,
Sempre obert al qui’t demana:
Llibre que, essent obra humana,
Sembles vinguda del Cel;
Tu, qu’en les hores de dol,
de sofriment y tristesa,
al malalt dones consol
y al defallit fortalesa.
Amich que lo qu’avuy dius
Ho dius sempre, a totes hores,
que si’s vol riure tu rius,
Que si’l cor plora tu plores;
Que com a bon confident
Ensenyes y corretgexes,
Qu’enlayres el pensament
Y nous móns li descobrexes:
Font qu’al més assedegat
La set de saber mitigues:
Llibre amich, Llibre sagrat,
Benehit per sempre sigues”.
Poesia d’Apel.les Mestres, que amb motiu de publicar-se el llibret de Viada y Lluch: Del Amor al Libro. Aforismos rimados, s’hi va incloure, l’any 1927, a Barcelona.
“ Los libreros también coinciden en que un libro nunca pierde valor, sino que, a largo plazo, puede aumentar su precio considerablemente:’Hace pocos días compré una biblioteca a un particular que la había heredado de su padre – afirma O.-; cada libro le costó 1,2 euros y ahora esos volúmenes pueden venderse a 60 euros’. F. señala que hace años vendió una revista difícil de encontrar por 150 euros y ahora la ha recomprado a su propietario por cinco veces más y ‘ todavía- asegura- se pueden obtener beneficios de ella. F. dice además que hay coleccionistas que especulan con los libros, que compran para vender más tarde a un precio superior, ‘aunque esto lo hacen más por entretenimiento que por beneficio económico’.
El precio del libro lo fija el propietario, él decide su valor. ‘Antes de la llegada de Internet – dice O.- el mismo libro podía tener un precio muy bajo en Barcelona y uno muy alto en Bilbao, pero ahora el cliente puede comparar tarifas a través de la red y eso provoca que los precios sean más competitivos’. En cualquier caso, el valor de un libro se fija en función de muchos aspectos, como pueden ser el estado del ejemplar, la época en que haya sido publicado o la tirada que tuvo ese título. Entre los libros más preciados están los incunables ( publicados desde el nacimiento de la imprenta hasta 1499), las primeras ediciones – actualmente en Catalunya están muy buscadas las de Salvat papasseit, que pueden alcanzar los 2.500 euros – y los manuscritos.
A su precio de mercado hay que añadir el valor sentimental que el libro tenga para el librero. M.R. – de la librería Studio – afirma que ‘cuando tenemos cariño a un libro y un cliente pregunta por él, lo pasamos mal y a veces rehusamos deshacernos de él por el miedo a no volverlo a ver más, aunque eso signifique vender menos’ “.
Article: “Els avantatges de la tauleta d’argila”, de Jacinto Antón, a Extra Sant Jordi del 22 d’abril de 2010 a El País. (article amb, crec, un error molt greu per algú que escriu sobre aquest tema, una persona que escriu sobre això no pot posar ho de l’any 1499 parlant d’incunables).