“Son molts los qui en los llibres hi han trobat la clau de son benestar, y al dir axò no entenèm parlar d’aquells qui ne trauen lo such material, fentne una mercancía, o escrivint xavacaneríes ridícoles per a editors més ridícols encara, sinó que parlàm per aquells qui freturant de més conexements per a que’ls endolcescan l’esperit y los façan més passadora la existencia, cercan en lo llibre la pedra filosofal que’ls done la sensació del bell viure, sens tels que’ls enterbolescan la visió delectable del bon observador de la naturalesa.
Un dels distintius característichs del home civilisat es lo desigt innat de saber. Des d’aquestes dues finestrelles dels ulls volèm guaytar tot lo que volta a nostre entorn, y quant més educat tením l’esperit, més fretura sentím de volerho analizar tot,mes moltes vegades no recordantnos que no som més que un brí d’herba, des d’aquest brí voldríam midar tot l’infinit, y nos atrevím a negar tot allò que no pot capir nostra superlativa petitesa.
No vulgàm tafanejar l’infinit, contemtèmnos en admirar contemplativament aquesta creació de la qual for,àm part y enlayrantnos an nostre excels poeta Verdaguer, digàm ab ell:
‘ Al cim d’un promontori qui domina
Les ones de la mar
Quan, cayent del migdía, ‘l sol declina.
Me’n pujo a meditar.
A la claror d’aquexa llàntia encesa
Contemplo mon no-res
Contemplo’l mar, y’l cel, y sa grandesa
M’axafa com un pes.
Reconcentrèmnos, y cerquèm la manera de polir aquest diamant que Déu ha posat en nosaltres. Per ajudar a enlayrarnos en aquest sentit no hi ha com un bon llibre. ¡ Un bon llibre ¡ Santa paraula. Un bon llibre es lo millor amich que pot tindre l’home.
Article:“La atracció del llibre” per Joan Bta. Batlle Catàlegs 1-49( octubre 1926).
“ Muchas librerías anticuarias han cerrado sus puertas en los últimos años en Barcelona por el alza de los alquileres. La antigüedad, el estado de conservación y el valor sentimental intervienen en la fijación del precio.
Los libreros de Barcelona coinciden en sus opiniones sobre el negocio de los libros de viejo: ‘ es un medio precario pero seguro, con el que se puede subsistir’, explican los libreros consultados. Abrir una tienda de libros antiguos no es fácil, dado que requiere tener un fondo muy amplio para empezar a vender; por esa razón en los últimos años no se ha abierto ningún establecimiento nuevo en Barcelona.
En cambio, ‘ sí que ha habido libreros que han echado el cierre a sus tiendas porque los alquileres de los locales son muy altos y les sale más rentable trasladarse a un almacén y vender sus libros a través de internet’, explica A.O. del Gremi de Llibreters de Vell, y propietario de la librería Casals. A.R., dueño de Els llibres del Tirant, tiene uno de los catálogos de libros más preciados de Barcelona y, en vez de venderlos a través de tienda, prefiere hacerlo en su despacho en la calle Muntaner de Barcelona, donde atiende a sus clientes con cita previa:¡lo hago – explica R., por comodidad’.
Un librero tiene una facturación media de entre 6.000 euros y 10.000 euros mensuales ( contando la venta de libro antiguo y de ocasión), aunque A.O. matiza que algunas librerías sólo se mantienen con la venta de volúmenes de ocasión, por lo que su facturación no supera los 3.000 euros mensuales. M.R. – antiguo propietario de la librería Studio de la calle Aribau de Barcelona – explica que hay una gran diferencia entre un librero y un comerciante: ‘El primero espera el momento oportuno para vender un libro; el comerciante, en cambio, tiene prisa por vender su catálogo al precio que sea’.
Una librería anticuaria es, por norma general, un negocio familiar. Son pocos los que deciden abrir una tienda de este tipo; lo normal es que el local tenga varias décadas de historia. La librería Studio es un ejemplo de negocio familiar: R. abrió sus puertas hace aproximadamente 40 años y cuando se jubiló cedió el negocio a su esposa. ‘En el futuro – asegura – será mi hija la que se encargue de todo esto’.
La librería anticuaria Farré, en cambio, tiene un perfil diferente. JMF adquirió la librería de la calle Canuda de la capital catalana hace 15 años y ha conseguido crear una estructura empresarial con nueve empleados y una venta activa en tienda, almacén, internet y ferias. Entre sus clientes se encuentran entidades públicas y privadas interesadas en formar su propia colección de libros antiguos. En su caso, la facturación mensual es superior a la media habitual. O. empezó en el negocio de las antigüedades y en 1986 decidió abrir con su esposa la librería Casals en la calle Aribau de Barcelona. R. abrió su despacho- Els llibres del Tirant- hace ocho años, aunque lleva más de dos décadas dedicado al mundo de los libros”.
Article: “Els avantatges de la tauleta d’argila”, de Jacinto Antón, a Extra Sant Jordi del 22 d’abril de 2010 a El País.