“ Amb l’aparició del volum III del Catàleg de la col.lecció cervàntica Bonsoms, resta completa aquesta obra. La gran confiança que inspirava al senyor Isidre Bonsoms la Biblioteca de Catalunya, va incitar aquest opulent cervantòfil a desprendre’s, ja en vida, de la biblioteca cervàntica que havia aplegat. Per a aquell qui conegui l’egoïsme, l’avarícia podríem dir, dels bibliòfils, aquest gest serà una prova de l’altesa d’esperit qui menava el senyor Bonsoms en la seva obra, i un elogi ( un dels millors que pugui ésser fet), de la tasca de la Biblioteca de Catalunya, i del personal qui la regeix, especialment del seu director Jordi Rubió”.
Article:” La Història i l’Erudició” a La Revista de Catalunya, Vol. IV, Barcelona gener 1926, Any III, nº 19, pp. 71.
“ Hasta ahora, todas las posibles periodizaciones sobre el libro antiguo han prestado atención únicamente a la fecha límite a partir de la cual podemos utilizar este término, pero ¿ cuándo empieza realmente el libro antiguo? Si aceptamos incluir a los manuscritos, ¿ en qué período establecemos el corte? Y si no es así, hay que remontar los orígenes a la invención de Gutenberg, o podemos considerar ya los libros xilográficos como libros antiguos. Es evidente que existe una notable indefinición terminológica, que nos lleva a proponer una serie de recomendaciones a la hora de delimitar el campo del libro antiguo:
Manuscritos sobre soporte animal ( vitela, pergamino), y textil ( papel), anteriores a la Revolución Industrial.
Libros impresos producidos manualmente antes del comienzo de las técnicas industriales de producción editorial ( siglo XIX).
Obras que en función de una tradición textual e histórica merecen tal designación. Así, en Francia se utiliza el término de libro antiguo para los libros publicados hasta 1810, pues en 1811 se publicó la Bibliographie de la France.
Criterios normativos: en España hay varios criterios a la hora de definir un libro antiguo: las Reglas de Catalogación del Mº de Cultura establecen el año de 1801; las International Standard Bibliographical Description (ISBD)(A) sitúan la fecha en 1820; 1830 según Ariadna ( base de datos de la Biblioteca Nacional); el Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Español incluye como tales las obras hasta 1958, momento en que se crea el Depósito Legal, que establece la obligatoriedad de depositar las obras de las que no consta que haya más de res ejemplares conservados.
Además, y para confundir un poco más, la Ley de Patrimonio Histórico Español (1985), y la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano (1998), señalan como integrantes del patrimonio documental y bibliográfico las obras con más de 100 años de antigüedad, apreciación ésta aplicada en la actualidad para distinguir al gremio de Anticuarios del gremio de Almonedas.
Las obras raras y curiosas, objeto de la Bibliofilia, no tienen por qué ser antiguas y viceversa.”
Article de Nicolás Bas Martín: “Documentación on line sobre libro antiguo”, pp. 103, a Documentación de las Ciencias de la Información, 2007, vol. 30.