Més aforismes del llibre Els Cent Aforismes del Bibliòfil de Ramon Miquel y Planas.
V DEL US Y TRACTE DELS LLIBRES
56
De ton seny sabré’l calibre
veyent com tractes un llibre.
57
Es cosa que fa pietat
veure un llibre estropellat.
58
Qui no enquaderna amatent
el llibre a full va perdent.
59
Guarda de póls y humitats
tos llibres, ben ayrejats.
60
En l’obra qu’es molt llegida
els corchs no hi tenen la vida.
61
En mans d’infant les tisores
són al llibre armes traydores.
62
No hi ha dret a manllevar
llibre que’s pugui comprar.
63
Qui dexa llibres, ben cert
que no’s pot plànyer si’ls pert.
64
Es un pecat… molt petit
l’endurse’n un llibre al llit.
65
Llibre ben catalogat
prest entre mil es trobat.
66
No’s fan bons bibliotecaris
tan sols endreçant armaris.
“ En el mismo sentido dice Laboulaye: ‘ Estos libros espléndidos y curiosos no están hechos para aquellos que los leen; pertenecen, por razón del dinero que han costado, a aquellos que de Boileau, no han retenido ni un sólo verso de memoria; los que han practicado toda su vida:
Cinco y cuatro hacen nueve: quitando dos, quedan siete.
Adiós, por tanto, obras maestras de Padeloup, de Derome, de Niedrée, de Duru, de Capé, de Bauzonet, bellos libros que yo he admirado, pero que no he osado tocar, tan resplandecientes de oro y seda¡ Acostumbrados a obtener el favor de la fortuna, os habéis convertido en volubles y pérfidos como ella.¡Cuánto más valdríais bajo una modesta cobertura de badana o de pergamino¡ Vosotros no seríais entonces esas joyas que adquieren los ricos, esas rarezas que los aficionados cubren de oro. Nadie os envidia, carecéis de precio en el mercado; no sois sino la voz de la Humanidad, esa voz que a través de los siglos divierte nuestra infancia, consuela y dirige nuestra edad madura y, después de habernos enseñado a vivir bien, nos ayudan a morir piadosamente… Quedos conmigo, pobres libros de mi juventud, margaritas santas que yo he recogido bajo mi techo. Vosotros no serviréis después para mi sino para volver a los parapetos del muelle de donde yo os he sacado; allí esperaréis a algún maestro igualmente oscuro como yo, pero que también os amará, por todo lo que le dirán estas páginas que la lectura ha fatigado. Vosotros no me habéis traído ni la riqueza, que no os he pedido, ni la gloria que a los veinte años me era permitido soñar; pero me habéis facilitado, fieles amigos, que cada día me son más familiares y más queridos. Un Cicerón, un Dante, un Shakespeare, un Milton, un Corneille, un Goethe, bellas y nobles figuras, grandes corazones todavía más que grandes espíritus; maestros siempre dispuestos a guiarnos y a sostenernos en medio de los desfallecimientos y de las duras pruebas de la vida, que al mostrarnos lo que ellos han sufrido nos llevan también a odiar a aquellos que ellos han maldecido, a querer a los que ellos han amado, y nos enseñan, en fin, por sus ejemplos y lecciones, que el amor a las letras no es en manera alguna un gusto estéril, sino, bajo otro nombre, el amor a la justicia y a la verdad”.
LASSO DE LA VEGA, Javier: Bibliofilia y comercio del libro antiguo; El Bibliófilo, M, 1947,pp.15-16.
Una molt bona selecció!