Més aforismes del llibre Els Cent Aforismes del Bibliòfil de Ramon Miquel y Planas.
IV DE LES LECTURES
40
El teu autor preferit
lo que ets tu mateix m’ha dit.
41
No dexis per novetats
els grans autors consagrats.
42
Del llibre que no s’entén
ja’n pots dir llibre dolent.
43
Pobra depressa agotada
o es excelsa o es damnada.
44
Si’t saps triar les lectures
no cauràs en oradures.
45
Llibres de Filosofía
fan mal, usats per tot dia.
46
¿ Llegexes Ciencia social?
Déu te guart de pèndrehi mal.
47
Procedeixi ab gran cautela
qui’s dongui a llegir Novela.
48
Molt profitosa es la Historia
quan se té bona memoria.
49
Si ets home de fantasía,
alerta ab l’Astronomía¡.
50
Llegint Tractats medicals
alguns s’hi ha trobat malalts.
51
La Sàtira es com un foch
que va cremant poch a poch.
52
Al món les nés grans tragedies
li han vingut d’Enciclopedies.
53
Ay del qui llegeix Revistes
fetes per noys modernistes¡.
54
Dóna llibres al infant
qu’en virtuts el facin gran.
55
Fill: Déu te dó enteniment
que’t guart de llibre dolent.
“ La labor ligatoria ornada a pequeños ‘hierros’, dorados o gofrados, ‘cuerorifica’ con reverencia el libro anunciando sus excelencias. Las vetustas encuadernaciones de cuero con improntas quemadas a flor de piel, bullones y cierres de metal que protegieron las luces del ingenio, yérguense majestuosas detrás de los cristales de los museos diocesanos o seglares y en las bibliotecas nacionales, monásticas o privadas de cada país donde se custodia la sabiduría de los siglos.
La encuadernación ampara el libro y lo defiende con advertencias de majestad. Espaciadas nervaduras adornan el dorso del libro, originando turgencias, no caprichosas, sino derivadas del bárbaro cosido medieval. Nervios de buey adobados sujetaban los pliegos. En el lomo de los viejos códices aparecen retorcidos debajo de la rústica piel de venado o pergamino. Al correr de los siglos la malicia profesional ha sustituido estas prominencias por delgadas cuerdas de cáñamo y, finalmente, por ceñidas tiritas de cartón que, ocultas en el lomo debajo del tafilete, remedan aquellos ‘nervios’ que tanto se estiman hoy y entre cuyas divisiones se lee el título del libro.
Asimismo, la severa convexidad del lomo y la concavidad del corte vertical son resultantes de una deformación producida por los hilos que al coser el libro discurren por el interior de cada uno de los pliegos. Consecuencia impremeditada que da forma definitiva al libro.
Los cajos, las cabezadas ( tranchefile), la gracia del tocado – repliegue de la piel que descansa sobre la cabezada en los extremos sosegados del lomo -; las cejas – parte saliente de las tapas alrededor de los cortes – y tantos otros detalles de forma y de intención premeditada tienen su razón de ser. Son facetas de su peculiar estructura”.
“El poder del libro impreso” extret de: El arte en el libro y en la encuadernación d’En Emilio Brugalla Turmo, a la Memoria de la Real Academia de Ciencias y Artes, vol. XLII, nº 5, octubre de 1973 a Barcelona; pp. 198-199.