“ Cada llibreria té, al su entorn, un aire propi i uns clients potencials d’acord amb aquell aire i amb les orientacions i forma de tractar el llibre o les especialitats i característiques del gir de l’establiment. Es donen, en forma recíproca, les clàssiques afinitats electives de client a llibreria i inversament. La llibreria s’adapta al tarannà del seu col.lectiu de compradors i aquests, en general, se senten interpretats pel seu llibreter.
La diferencia, que és vida, enfront les uniformitats ( sempre letals), dóna a la llibreria antiquària una gràcia i una vivacitat que difícilment trobaríem en altres activitats de més engolada apariencia. Hi ha l’amor al llibre que ens uneix i ens fa diferents, perquè diferents són també els motius determinants d’aquest interés. Això fa que unió i diferencia no resultin conceptes contradictoris”.
“Uneix i ens fa diferents”: editorial de la Revista de Llibreria Antiquària, nº 2, pp. 4.
“ Las ediciones de la universidad de Princeton han inventado un nuevo tipo de publicación: invento que tal vez inaugura un nuevo ciclo, y que desde luego modifica el precedente ( ese al que podríamos llamar, siguiendo a ciertos historiadores, el paradigma del bibliófilo clásico). Cuando el libro de pastas duras – que, como se sabe, sigue siendo el modelo normal de la edición anglosajona – se ha hecho demasiado caro, la rústica puede aparecer como una solución económica. Negándose a interrumpir la edición de textos ‘especializados’, dirigidos a un público restringido ( sería necesario examinar de cerca este concepto, esta arma que dentro de la cultura actual cada vez va haciéndose más afilada), o, con mayor elevación de miras, tratando de acrecentar sus posibilidades, Princeton se ha decidido a acompañar la edición encuadernada con tapas duras, relativamente cara, de una tirada inicial en rústica, pero compuesta de un número de ejemplares limitado. De este modo se procede regularmente a la producción de limited paperback editions, destinadas a ser vendidas y a agotarse rápidamente. Un final de historia en el que la restricción de la tirada – ese signo de selección, de exclusividad – se convierte, explícitamente, en valor comercial, factor de venta ( puesto que sólo quedarán en el mercado los caros hardbacks). A esta conclusión se le puede dar un tono irónico – el deseo de lo raro venciéndose hacia su contrario: el objeto fabricado en serie de producción limitada – , o encontrársele un aspecto amenazador: el libro erudito, el instrumento de una determinada cultura, obligado en estos momentos a valerse de cualquier artimaña para sobrevivir, se convierte, a su vez, en un objeto de circulación limitada, en el seno de una sociedad secreta”.
Article “Anatomía del bibliófilo”, de Patrick Mauriés, traduït per A. Taberna, a Revista de Occidente, nº 141, 1993, pp. 91-92. ( Original a Traverses, Paris, 1983).