Article: El que es paga pels llibres catalans al estranger, a La Revista dels Llibres, nº 1 de maig de 1925, pp. 10-11.
Amb vaig equivocar i l’article citat dalt estava aquí i ara està a Frases sobre Bibliofília 210 .
“ Para Lacroix, El bibliófilo Jacob, en su obra Los aficionados a los libros viejos, distingue claramente entre el bibliófilo – que ama los libros, pero no necesita poseerlos – y el bibliómano, del que enumera cuatro variedades: el atesorador ( goza de sus ejemplares en soledad, pero no los enseña), el vanidoso ( no lee, colecciona libros como podrí ajuntar conchas o cualquier otra cosa), el fantástico ( caprichoso y voluble), el envidioso ( ambiciona todo lo que no posee, y uno murió de pesar porque no pudo conseguir un libro ¡ imaginario¡) y el especializado, que ‘ no colecciona más que cierta clase de libros y no se preocupa de que sean los más raros y singulares’. Concluye Lacroix: ‘ En una palabra, la bibliomanía más elevada y la más ilustre no está exenta de manía, y en cada manía se percibe un tinte de locura’. Por su parte, Bollioud-Mermet distingue cuatro variedades de bibliómanos: los que exhiben bibliotecas aparentando un saber que no posen, los que acumulan libros en exceso y sobre materias que desconocen, los cazadores de rarezas que no reparan en precios ni en medios, y los coleccionistas de libros extravagantes ( quiere decir licenciosos). Pienso que casi todos los bibliófilos – y el resto de los coleccionistas – percibimos y reconocemos la manía en los demás, pero no en nosotros mismos, lo que demuestra que todos somos maniáticos. Aunque quizá sí que haya finalmente una diferencia: el auténtico bibliófilo no se conforma con adquirir libros, sino que además de admirarlos, olerlos, acariciarlos…los lee”.
Mendoza Díaz-Maroto, Fco: La Pasión por los libros. Un acercamiento a la Bibliofilia, Espasa Calpe. Madrid, 2002, pp.43-44.
Una cosa semblant passa amb els llibres escrits en euskera, amb l’agreujant que hi ha molt pocos.No s’ha d’oblidar que el nivell cultural, sobretot escrit, del poble basc era molt inferior al de Catalunya. La cultura basca és, fins al segle XVII, principalment de transmissió oral.
Tots tenim manies, inclosos els bibliòfils, n’hi ha que col.leccionen tapes de refrescos …
I després hi ha el bibliòman que a més d’atresorar llibres atresora frases sobre llibres… i després diu que és aprenent!
Això del col.leccionisme és increïble, la gent col.lecciona qualsevol cosa que ens puguem imaginar, qualsevol.
Volia ser Bibliòfil, però de moment intentaré ser Bibliòleg i, sí, una mica Bibliòman també.