“ El llibre ha sofert en la seva evolució física les més diverses varietats de forma. La necessitat, o millor, l’afany de cercar una originalitat per tal d’atraure l’adquiridor amb una nova presentació ha fet que s’hagin produït llibres de les més singulars i àdhuc extravagants formes, així com que se n’imprimissin en matèries poc adients.
S’han vist formats exageradament apaïsats, rodons, el.líptics, àdhuc en estrella. S’han imprès damunt tela, en suro, en fusta, fins i tot en alumini. Rareses, unes i altres, poc afortunades, gens pràctiques, sense altre valor que la curiositat que momentàniament desvetllen, i que generalment, lluny de valorar el llibre com a instrument, fan d’ell una peça digna d’un museu ‘d’horrors’.
Entre les singularitats del llibre, n’hi ha una, però, que cal convenir que és ben acceptable. Si més no, per la innegable gràcia que ofereix. És la dels llibres miniatura, els llibres ‘nanos’, aquells el format dels quals ve a ésser de la grandària d’un terròs de sucre, i que quan hom els contempla posats al palmell de la mà no pot menys que somriure gaiament i llançar una exclamació francament admirativa.
No és sols llur menudència ço que els fa admirables, sinó també llur realització, que quan és perfecta presuposa un gran mestratge. N’hi ha alguns que són unes veritables filigranes tipogràfiques”.
GIBERT, Josep: Els llibres miniatura. Col.lecció L’Ocell de Paper, vol. II. Ed. Millà, Barcelona , 1950, pp. 7-8.
“ Nos movemos en un mundo sujeto a las leyes aleatorias del mercado, de la oferta y la demanda. El precio de un libro antiguo es diferente si se ha de comprar, vender, subastar, asegurar o prestar. Cualquier tasación está sujeta a múltiples variables. Para valorar y tasar un ejemplar es necesario conocer el mercado y la cultura, y si me permiten, tener unos mínimos conocimientos de relatividad. Lo que sí que hay es una cosa clara, y es que los precios del libro antiguo, en relación con hace tan sólo diez años, se han disparado. El libro antiguo se ha convertido en un paraíso para la inversión, en ocasiones para blanquear dinero negro, y ello ha significado un notable incremento en el precio de los libros, a los que se ha venido a unir el temible redondeo producido por el euro.
Por todo ello, el coleccionista, inversionista e interesado en el libro antiguo deberá manejar diferentes fuentes a la hora de realizar una compra. Una de ellas es tener unos conocimientos culturales de la época y del autor del ejemplar/es en cuestión. También sería interesante conocer, puesto que existía la obligación desde el siglo XVI, la cantidad fijada por la Tasa o precio del libro, que en último lugar, y pese a los siglos de diferencia, noa puede ayudar a comprender el valor que otorgó el librero a esa obra. Por supuesto manejar los repertorios bibliográficos clásicos, caso de Palau o Vindel, que aunque incluyen precios de hace años nos pueden servir también como referencia inicial. En suma el ‘fondo de armario’ de cualquier interesado en el libro antiguo, deberá contar con las siguientes obras de referencia, básicas para evitar cualquier engaño y fraude:
Repertorios bibliográficos.Bibliografías de incunables e impresos antiguos.Tipobibliografías.Biobibliografías.Topobibliografías.Bibliografías especializadas.Catálogos Colectivos.Catálogos de librerías anticuarias y subastas.Recopilaciones de libros tasados.No es este el momento de detenerse en el contenido de cada uno de estos epígrafes, la mayoría de los cuales están en formato papel, tarea ésta ya realizada, sino de ofrecer aquellos nuevos servicios de consulta que nos ofrece Internet. Entre ellos destacan los llamados FAQ. Para el libro antiguo contamos con un portal muy interesante en Libros artísticos, Colecciones raras y Especiales de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, donde se trata de resolver algunas de las preguntas más corrientes asociadas al mundo del libro antiguo”.
“Documentación on line sobre libro antiguo” de Nicolás Bas Martín de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales: Univ. Jaume I de Castelló.pp.115-116.
Ostres, els qui tenim la vista cansada no estem per a aquests llibres!
Malgrat tot, ja m’agradaria tenir-ne algun…
amb una bona lupa no hi ha problema