“ El llibre entre nosaltres, o es una cosa de biblioteca pública, o un trastet per moments perduts qu’es deixa d’un amic a l’altre, fins que’l que l’ha comprat el perd a se’l queda el bibliòfil cleptomaniac. Per lo que’n fem dels llibres, amb un nom i rúbrica, el sello del despatx o una mena d’etiqueta de xarop que digui: biblioteca de Don…, ja n’hi ha prou. Mes desde fa uns quants anys, alguns bibliòfils o mers aficionats, han substituit la marca de propietat, per un dibuix mes o menos artístic, que generalment aludeix als gustos que dominen en la biblioteca; d’aquests dibuixos, a Inglaterra, Alemanya, Fransa i fins en aquells Estats Units tant mecanisats… segons nosaltres i tant àvids de tot… fins d’art, ( segons es) se n’han omplert llibres i mes llibres, comentant-los, reproduintlos i contribuint al espandiment de gustos refinats ben compatibles am qualsevulga estat social, menos amb el d’incultura manifesta”.
Article a Pèl &Ploma, febrer de 1902 ( autor ¿).
“ Tres últimas preguntas. Bibliófilo, bibliómano, amante de los libros, coleccionista… .
Yo me curé. De la bibliofilia me curé porque la bibliofilia genera en bibliomanía. Hubo una época en que dedicaba mucho tiempo simplemente a buscar libros. Cuando vivía en Sevilla era un rastreo contínuo de librerías de viejo o llegaba a cualquier ciudad y soltaba las maletas desde lejos en el hotel y me iba a las librerías de viejo que yo tenía apuntadas y volvía lleno de polvo, hasta que me pregunté y esto para qué. Y también me aburrió mucho el hecho de que la edición en España ha sido muy pobretona. Buscas una primera edición de Marinero en tierra, o del Romancero gitano, o de los libros de Cernuda y, salvo casos muy concretos, no valen nada como tales libros, es decir, son feos, con materiales muy malos y hoy puede costar un libro de esos 300.000 ó 400.000 pesetas, pero no lo vale, sea de quien sea. En Francia las ediciones siempre han sido tradicionalmente más bonitas, en Inglaterra, en Estados Unidos. Hasta los años 30 eran feas en general, pequeñas, como las de la novela popular. Excepto los libros de poesía, los demás son horrendos. La novela incluso está mejor, con sus ilustradores. Y eso fue en gran parte lo que me decepcionó”.
Entrevista a Felipe Benítez Reyes per Ángel Trigueros Muñoz a Labocinadelapóstol, nº 6, juny 2006. Extret de http://iessapostol.juntaextremadura.net/revista06/entrevista.html.
Foto Rooreynolds